Yo, que vi la luz en Bogotá, hoy dedico esta columna a varias personalidades que se despidieron del mundo en la capital colombiana, a propósito del reciente fallecimiento del músico Taylor Hawkings, baterista del grupo Foo Fighters, suceso que conmocionó al mundo del entretenimiento, pues se trataba de alguien muy querido por sus colegas y seguidores.
En esta relación de artistas extranjeros célebres que se despidieron del mundo en Bogotá, destacaré a quienes estaban por una temporada o realizaban una presentación, no mencionaré a aquellos forasteros que terminaron residenciándose en Colombia y se tornaron en colombianos por derecho propio. En cualquier caso, que todos hayan descansado en paz.
Arabella Árbenz
El caso de Arabella es una tragedia en toda regla, fue una actriz y modelo guatemalteca, hija del derrocado presidente Jacobo Árbenz, cuya historia es digna de ser conocida, pues siendo elegido democráticamente fue víctima de oscuros intereses que sin duda afectaron el destino de su país. Arabella quien en París inició su carrera de modelo, sufrió las penalidades del exilio de su familia, en México se enamoró del torero Jaime Bravo a quien acompañó por una gira por Suramérica. Estando en Bogotá, la pareja tuvo una fuerte riña y ella se disparó frente a Bravo. La inesperada muerte de Arabella supuso un dolor muy fuerte para su padre, quien ya sufría los sinsabores del destierro.
Miguelito Valdés
Se trató de uno de los cantantes cubanos más populares entre los años cincuenta y setenta del pasado siglo. Luego de haber probado suerte como boxeador, se decantó por la música, trabajando con orquestas legendarias como la de Xavier Cugat o la Sonora Matancera. Murió en el escenario, mientras cantaba en el mítico Salón Rojo del Hotel Tequendama de Bogotá el 9 de noviembre de 1978.
Jaime Ostos
Jaime Ostos Carmona fue uno de los grandes toreros españoles de todas las épocas, una estrella del ruedo en los años sesenta. Antes de fallecer en Bogotá a los 90 años de un infarto, ya había “muerto” en 1963, o al menos así lo declararon los médicos cuando producto de una grave cornada, le llegaron a dar la extremaunción y le realizaron una transfusión de diez litros de sangre. Ostos que se había recuperado del Covid en una UCI en España decidió regalarse un viaje de vacaciones y viajó a Colombia, en donde estuvo en Cartagena de Indias y Bogotá, su deceso el 8 de enero de 2022 fue tranquilo, mientras dormía, luego de unos días en que disfrutó al lado de su esposa.
René Cabel
Fue llamado el Tenor de las Antillas, otro de los grandes cantantes cubanos de mediados del siglo XX, especialmente se hizo célebre por ser intérprete de boleros inolvidables. Radicado inicialmente en Miami, curiosamente se dice que la muerte de Miguelito Valdés, a quien ya mencionamos, le impactó tanto que dejó de cantar en público y de manera coincidente, aunque ya retirado del escenario, fallecería en Bogotá el 4 de abril de 1998.
Como se observará, en estos casos, seguramente habrá otros, se combinan historias trágicas, curiosas e intensas. Todos tuvieron en común que en vida recibieron aplausos y reconocimiento del público al que se debían. Hoy contribuimos un poquito a que no queden en el olvido. Un viejo lema de Bogotá reza: “2.600 metros más cerca de las estrellas”, más cerca del cielo en todo caso, para quienes nos han dejado desde la capital de Colombia.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin