Entre bogotanos, rolos y cachacos

Erundino Alonso. (Fuente externa)
El cachaco clásico es una especie extinta, si quedan algunos ejemplares debería realizarse una campaña para su conservación

Hace pocos días, recibí una grata sorpresa, el saludo que a través del programa 'El Cazador' de RTVE, realizó Erundino Alonso a los espectadores colombianos del concurso televisivo a través del suscrito servidor, todo un honor inesperado. Erundino es uno de los cinco cazadores (los otros cuatro son Lilit Mankyan, Paz Herrera, Ruth de Andrés y Orestes Barbero), que se enfrentan a los valientes concursantes que se atreven a medirse en una competencia intelectual, con estos admirables portentos del conocimiento.

Erundino es tan erudito como amable y a quienes no hayan visto 'El Cazador', lo recomiendo ampliamente, se divertirán y especialmente aprenderán mucho. En el citado episodio se mencionó a Colombia, porque una concursante española, residió en nuestro país y está casada con un bogotano, aunque ella, quizás por los nervios, dijo que era 'bogoteño', lo cual no existe, además porque suena a cruce entre bogotano y costeño, lo cual, sería una verdadera curiosidad como veremos. Hoy vamos a referirnos a dos denominaciones tradicionales de los bogotanos, rolos y cachacos.

El término rolo se ha convertido en una manera de llamar genéricamente a los que hemos nacido en Bogotá, aunque en su inicio histórico, tenía cierta connotación despectiva porque se aplicaba a los hijos de los migrantes de otras regiones de Colombia que se asentaban en zonas humildes de la capital.

Cartel promocional de la telenovela 'La costeña y el cachaco'.

En ese sentido, rolo y cachaco no son sinónimos, al menos en su inicial concepción y ahora me enfocaré en los cachacos, recordando una simpática anécdota. Cuando prestaba servicios en la Embajada de Colombia en Nicaragua, se emitía la exitosa telenovela colombiana 'La costeña y el cachaco' y comenzamos a recibir en el correo de la embajada, de manera reiterada la consulta de lo qué significaba cachaco, confirmando que en una oficina consular, se reciben toda serie de inquietudes, desde las jurídicas hasta las sentimentales.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua nos dice que en Colombia un cachaco es un hombre elegante, caballeroso, culto. El cachaco clásico era un bogotano aristócrata, habitual desde el siglo XIX a mediados del XX, un dandi vestido con traje de paño, sombrero, chaleco, paraguas o bastón, reloj de cadena. Su forma de hablar, marcaba un acento muy particular, arrastrando la 'rr', similar al acento de los amigos costarricenses. Tenía una predilección por palabras como: chusco, chirriado, regio (todos sinónimos de algo bonito, deseable), saludos como “ala mi rey”, “chato querido”, eran usuales. El cachaco clásico es una especie extinta, si quedan algunos ejemplares debería realizarse una campaña para su conservación.

Los cazadores en TVE. (Fuente externa)

Así se observará que en su origen, aunque las palabras rolo y cachaco aludían a nacidos en Bogotá, estaban separados por su origen social. Con el paso de los años, en Colombia, país de una inmensa diversidad humana y cultural, la palabra cachaco, entra a formar parte de las denominaciones regionales como paisas, opitas, vallunos, pastusos, samarios, vallenatos etc. Cachaco se ha empleado para identificar a los de la región andina en contraposición a los de la costa Caribe y en aquella telenovela, no era raro que los personajes costeños mencionaban la palabra cachaco con  burla o desdén, haciendo uso de las etiquetas regionales exageradas,

Aunque el término cachaco se haya ampliado, en cobertura social y geográfica, para muchos sigue siendo un retazo de nostalgia. El recuerdo de un caballero singular, de buenas maneras, con fino sentido del humor, que encantaba a las damas con elaborados piropos. Hoy por hoy, cuando alguien llega muy elegante a una reunión, se le dice que está muy cachaco.

Hay amigos en la distancia como Erundino Alonso, quien encarna la definición que nos brinda la RAE de cachaco. De cualquier manera, un saludo muy especial a todo el equipo humano y técnico de 'El Cazador', así como a su presentador Rodrigo Vázquez y al grupo de sabios que lo conforman, por parte de un bogotano, al que se le puede denominar rolo o cachaco, porque al final, el cariño es el mismo.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.