“Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia”. Se trata de uno de los inicios más impactantes de cualquier novela de la literatura mundial, 'La Vorágine', la misma que hace 100 años, vio la luz en una imprenta de la Editorial Cromos, que para 1924 ya publicaba la revista del mismo nombre que sigue siendo una de las más leídas en Colombia. No hay unanimidad de criterio sobre la fecha exacta en que salió a la venta en las librerías bogotanas de la época, en cualquier caso fue entre el 24 y el 26 de noviembre.
Una de las primeras columnas que publiqué este año en EL CORREO DEL GOLFO, fue la dedicada a saludar el centenario de una novela que causó tanto asombro, como fascinación y terror, porque dio a conocer a los lectores, no sólo el espacio apabullante de la selva, sino la verdadera maldad humana. La obra que apuntaló las denuncias de informes como el dedicado a la región del Putumayo, de Roger Casement, aquel diplomático irlandés que había obtenido celebridad por señalar otro genocidio similar, el cometido por el régimen belga del rey Leopoldo II en el Congo. El mismo diplomático que fue ejecutado como traidor en Inglaterra y a quien Mario Vargas Llosa le reconoció todo su valor como personaje literario, siendo el protagonista de otra obra recomendable, 'El sueño del Celta'.
Otro documento importante sería la encíclica 'Lacrimabili satu indorum', 'Deplorable situación de los indios' (1912), del Papa Pio X, derivado del informe de un enviado especial, el Padre Giovanni Genocchi, así como de los reportes de los nuncios en América Latina, pedidos especialmente por el Secretario de Estado Cardenal Rafael Merry del Val. Pero, aunque en el mundo se discutía sobre estos hechos que atentaban contra la dignidad humana, en las ciudades colombianas, seguía siendo algo inadvertido o convenientemente ignorado. 'La Vorágine', vino a sacudir a los espíritus amodorrados, para que miraran a esa terrible realidad.
Arturo Cova, el protagonista de La Vorágine es un personaje muy complejo, uno de los primeros antihéroes de la literatura universal. Una especie de trasunto de su creador, el poeta y narrador José Eustasio Rivera, un alter ego pasado por el tamiz de los reflejos de espejos de feria, de esos que transforman la imagen original. Cova es una especie de Quijote que al tiempo puede ser Dante, visitando su propio infierno, en este caso un infierno verde, húmedo y tropical. Un héroe que al tiempo puede resultar arrogante, defensor de desamparados, pero también manipulador, idealista y mentiroso, candoroso y violento.
Una novela que en su momento rompió los esquemas del romanticismo imperante, para convertirse en la gran narración de la selva y la primera denuncia social literaria en América Latina, con una protagonista indiscutible, la Violencia con mayúscula. José Eustasio Rivera, utiliza como excusa la fórmula de lo que García Márquez llamaría un amor contrariado, un pobre poeta que escapa con una joven bogotana de mejor condición social, para internarse en un territorio tan inmenso como aterrador, pero no por las duras condiciones de su realidad geográfica, sino porque les permitirá conocer la maldad humana en su peor condición.
Este año, se han publicado ediciones conmemorativas de 'La Vorágine' y especialmente resalto la Cosmográfica de la Universidad de los Andes y la publicada por la Universidad Nacional de Colombia, centro de estudios de donde fue egresado como abogado, José Eustasio Rivera. De todas formas, el lector interesado no tiene excusa para no adentrarse en ese territorio tan fascinante como aterrador, porque hay toda clase de ediciones, e incluso se puede encontrar gratis en Internet.
De igual forma, hay diversas versiones audiovisuales, desde una novela gráfica, varias series de televisión (incluyendo una nueva que se está preparando), así como la película mexicana de 1949, protagonizada por Alicia Caro, actriz colombiana que brilló en la era dorada del cine mexicano, de quien he publicado una reseña sobre su vida en el blog que llevo en El Espectador, con mi nombre literario.
Sean todas y todos bienvenidos a 'La Vorágine', si se extravían en sus páginas, no se preocupen, seguramente tendrán mejor suerte que los protagonistas de una obra literaria indispensable. No esperen otros cien años, para descubrir una novela sorprendentemente contemporánea.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.