Chiribiquete, un documental imperdible

Afiche de 'Chiribiquete: un viaje a la memoria ancestral de América'.
No es frecuente tener la posibilidad de ver y escuchar sobre la vida que palpita al interior de la Amazonía, un lugar del cual  todos hablan pero pocos conocen

Se ha estrenado el muy interesante documental 'Chiribiquete: un viaje a la memoria ancestral de América', dirigido por Juan José Lozano, que cuenta la historia de un tesoro natural y arqueológico que reposa en Colombia, en pleno macizo guayanés, en donde los elevados tepuyes (esas montañas que parecen implantadas a la fuerza en medio de la selva), se convierten en galerías de uno de los más grandes museos artísticos de la humanidad al aire libre, por la cantidad de pinturas rupestres, pero también por los petroglifos que abundan en las laderas de los ríos amazónicos.

Chiribiquete es una palabra de la lengua indígena karijuna, que significa “cerro donde se dibuja” y este maravilloso sitio fue descubierto en 1987 para el mundo de la ciencia y el arte, por el antropólogo colombiano Carlos Castaño Uribe. Hoy día Chiribiquete es un gigantesco parque natural y arqueológico, que se convierte en el protagonista de un documental, sobre el cual no hay excusa para no verlo, pues se puede apreciar gratis en este enlace (es posible que haya restricciones geográficas para verlo fuera de Colombia, pero en cualquier caso dejo el dato).

El documental es valioso, además porque presenta a los científicos colombianos y de otras nacionalidades que se han consagrado al estudio arqueológico, artístico y antropológico de esa maravilla. Especialmente a Carlos Castaño Uribe, quien tiene el honor de haber descubierto a Chiribiquete, Clara Patricia Peña Venegas, Fernando Montejo Gaitán, Carlos Andrés Lasso, July Andrea Galeano, Juan Humberto Serna, Omar Gerardo Ortiz, Nicolas Villaume, Laurent Pacoud, Niède Guidon, Marian Helen Rodrigues, Nathalia Figueroa, Gabriela Díaz Montealegre, Heriberto Rodríguez, Celmira Rodríguez.

Sin olvidar, la participación de pobladores locales, como los niños de la comunidad Murui-Muina de Guaimarayas. En mi caso, fue emocionante volver a ver a un querido profesor de la Universidad Nacional de Colombia, con quien me reencontré en Nicaragua hace unos 20 años, cuando ayudé a organizar una serie de conferencias que él dictó, así como una exposición fotográfica que tuvo en ese país, porque en el mejor espíritu renacentista, no sólo es científico, también fotógrafo y poeta. Se trata del Maestro Fernando Urbina Rangel, sobre quien dedicaré la próxima columna, para que no se la pierdan.

Estamos acostumbrados a ver documentales sobre la naturaleza, desde los ojos de cineastas estadounidenses o europeos, pero no, por realizadores latinoamericanos. De igual modo, es habitual que algunos de los hallazgos o descubrimientos arqueológicos en territorios de África, Asia o América Latina, se atribuyan a exploradores extranjeros, omitiendo por ignorancia o conveniencia el aporte de los científicos nacionales de los países en donde se encuentran. En este caso, como en el de otra maravilla natural y arqueológica, Ciudad Perdida, ubicada en el norte de Colombia, sus descubridores fueron investigadores colombianos, para nuestro orgullo nacional.

No es frecuente tener la posibilidad de ver y escuchar sobre la vida que palpita al interior de la Amazonía, un lugar del cual  todos hablan pero pocos conocen, por lo menos no de la manera como lo han experimentado estos científicos que han dedicado en algunos casos, buena parte de sus vidas a desentrañar los misterios de esta selva, que muchos colombianos descubrimos con fascinación, no exenta de horror, gracias a 'La Vorágine', novela de José Eustasio Rivera, que el año pasado cumplió el centenario de su publicación.

El documental que es una coproducción colombo-francesa, entre el canal público Señal Colombia y ARTE France, tuvo su estreno mundial en abril pasado en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), en el Palacio de la Proclamación. Hoy, todos son invitados (al menos en Colombia), para ver de manera gratuita este documental sobre Chiribiquete, el cual tiene una gran factura técnica y visual. Una experiencia cinematográfica, pero ante todo vital.

Honor y gloria a nuestros científicos e investigadores. Que Chiribiquete siga saludando los siglos venideros, como un espacio de paz, estudio e investigación académica y científica. Todos en Colombia debemos colaborar para resguardar y respetar ese tesoro natural y cultural, invaluable en todo sentido.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.