viernes. 29.03.2024

Chucho Merchán, un rockero con causa

Ha encontrado sentido a su vida durante los últimos años fusionando sus dos amores: la música y los derechos de los animales
Aunque Chucho Beltrán no sea religioso, seguro que uno de sus héroes debe ser San Francisco de Asís, hermano de todas las criaturas vivientes. (Fuente externa)
Aunque Chucho Beltrán no sea religioso, seguro que uno de sus héroes debe ser San Francisco de Asís, hermano de todas las criaturas vivientes. (Fuente externa)

Los lectores habituales de esta columna, se habrán encontrado un par de veces con un nombre, sobre el cual, he repetido que algún día iba a dedicarle su propio espacio, la fecha ha llegado. Bienvenido a este espacio, señor Chucho Merchán, los rockeros y veganos, se pueden poner de pie, porque es un referente de los dos movimientos, aunque conociendo a Chucho, él no se pondría de pie, no suele reverenciar a nadie, aunque respeta a todos.

Jesús Alfredo Merchán, fue un regalo de navidad para su familia, pues nació un 24 de diciembre, quizás por ello se llame Jesús y sea conocido como Chucho, que es el apelativo con el cual en Hispanoamérica le llamamos cariñosamente a quienes tienen ese nombre. Músico desde siempre, en 1972 en su natal Bogotá, fundó con otros colegas un innovador grupo de rock llamado Malanga (malanga es un tubérculo que se aprecia en la gastronomía del Caribe). El grupo fusionó el rock con ritmos caribeños, siendo pionero en ese sentido, alcanzó a grabar un sencillo antes de su disolución. La Sonata N. 7 a la Revolución, es un tema que se puede escuchar en YouTube, para los curiosos.

Chucho Merchán viajaría a Londres en 1974, en una situación personal muy difícil, sin dinero y deprimido, pero superó problemas personales y trabajando en diversas labores, como pintor de brocha gorda o camarero, logró estudiar música en la Universidad de Cambridge, especializándose en dirección de orquesta, guitarra, bajo y contrabajo. En la capital británica fundó una banda de jazz llamada Macondo, que ganó un premio como el mejor grupo europeo de jazz. Merchán comenzó a ser reconocido como músico de sesión y fue contactado por el prestigioso músico Thomas Dolby, iniciándose su recorrido artístico, posteriormente se vinculó con grupos como The Pretenders o Eurythmics.

Por su cuenta, pidiendo dinero prestado, logró rentar el prestigioso Royal Albert Hall en donde organizó un concierto de beneficencia para las víctimas de la tragedia de Armero en Colombia, que contó con la presencia de músicos como David Gilmour, Annie Lennox, Pete Townshend o Mike Oldfield. Con el dinero recaudado, se logró construir una escuela, un centro deportivo y una fábrica de ladrillos, en inmediaciones de la población que fue sepultada por el lodo, que se desprendió por la erupción del volcán Nevado del Ruiz. También participó en el concierto en pro de la libertad de Nelson Mandela en el Wembley Stadium, entre otras causas a las cuales se vinculó.

En su recorrido musical, Chucho Merchán ha hecho amistad con leyendas como George Harrison, Paul McCartney o Eric Clapton. Como productor ha estado al frente de proyectos de músicos españoles e hispanoamericanos como Miguel Ríos, Luz Casal, Armando Manzanero, Jaguares, Fito Páez, Robi Draco Rosa, Los de Adentro o Cabas. Actualmente Chucho reparte su tiempo entre sus ciudades, Bogotá, Londres y su finca en La Calera, población en las estribaciones de la capital colombiana, en donde cuida a animales que ha rescatado del maltrato y el abandono

Aparte de la música, Chucho Merchán ha sido pionero en Colombia, del consumo consciente y responsable de los productos de origen animal, dado que ha sido vegano y vegetariano en su vida personal. Se le reconoce su activismo a favor de los derechos de los animales, relacionándolo además con el movimiento ambiental, pues predica que el consumo irresponsable de los recursos animales contribuye al calentamiento global. Aunque Chucho no sea religioso, seguro uno de sus héroes debe ser San Francisco de Asís, hermano de todas las criaturas vivientes. En cierto modo, Chucho es una especie de moderno Francisco, un hombre bueno e incomprendido, capaz de sobreponerse a sus pecados del pasado, renunciar al mundo material de las comodidades y convertirse en vocero de una causa justa.

Chucho Merchán, durante los últimos años ha fusionado sus dos amores, la música y los derechos de los animales, un hombre que ha encontrado un sentido a su vida, componiendo y grabando canciones que él mismo financia, dedicadas a los animales, pues ya no le interesa la industria musical. Merchán hace la diferencia entre negocio y música. Siempre será un ser humano, sencillo y respetuoso, que hace sus canciones de forma libre, mientras defiende a los indefensos. En pocas palabras, una buena persona, de esas que hacen falta en este mundo.

Postdata:

Para los que quieran conocer más de Chucho Merchán y deseen apoyarlo en su causa, esta es su página

Quienes quieran escucharlo en su etapa con Eurythmics, aquí una muestra:

De igual forma, quienes quieran apreciar sus actuales canciones, como esta:

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin 

Chucho Merchán, un rockero con causa
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