viernes. 26.04.2024

Cuando un diplomático colombiano propuso el día del libro

"El colombiano José Manuel Pérez Sarmiento propuso a la entonces Real Academia Hispanoamericana de las Ciencias y las Artes de Cádiz como día del libro la fecha del 23 de abril"

Escribo estas líneas, durante la celebración del día del libro, en un espacio del tele-trabajo que llevo durante estos días de aislamiento mundial, es lo que llaman una pausa activa, un oxímoron simpático, aunque no me levanto del escritorio en donde digito las teclas del computador, de manera veloz, aprovechando mi formación como bachiller especializado en mecanografía. Pero sí es una forma de descanso, al menos mental y espiritual.

La UNESCO en 1995 aprobó, la propuesta realizada por la Unión Internacional de Editores, de celebrar el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, el 23 de abril de cada año, al coincidir en esa fecha el fallecimiento de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, entre otros grandes escritores que nacieron o murieron un 23 de abril. Sin olvidar a Manuel Mejía Vallejo, autor de novelas inolvidables como 'La Casa de las Dos Palmas', perteneciente a una generación brillante de escritores colombianos, algo eclipsados por el astro de Gabriel García Márquez.

Regresando a la conmemoración del 23 de abril, España ya celebraba esa fecha como el día del libro español, desde que el Rey Alfonso XIII firmara un Real Decreto el 6 de febrero de 1926, corregido en 1930, consagrando dicha conmemoración. La idea surgió del escritor español Vicent Clavel Andrés quien lo propuso a la Cámara del Libro de Barcelona, en donde terminaron fusionando la costumbre de regalar rosas por la festividad de Sant Jordi, con libros. En Barcelona, se acostumbra un día como hoy regalar rosas y libros. Bella costumbre que debería ser norma en el mundo.

Gracias a un texto que me compartió la querida amiga y experta en arte, Lilian de Guzmán, escrito por el académico Vicente Pérez Silva, me entero que varios años antes de ser ley en España, el colombiano José Manuel Pérez Sarmiento había realizado esa propuesta a la entonces Real Academia Hispanoamericana de las Ciencias y las Artes de Cádiz, de la que fue miembro de número desde el 12 de octubre de 1913.

Confieso que nunca había escuchado sobre José Manuel Pérez Sarmiento, y en rápida búsqueda en Internet, encuentro que fue funcionario de la Cancillería durante 43 años

Lo interesante del tema es que el Señor José Manuel Pérez Sarmiento, era diplomático colombiano, más exactamente Cónsul de Colombia en Andalucía y Alicante y como aparece reseñado en una memoria del la mencionada Academia, historiador y periodista, fundador en Cádiz de la revista 'Colombia'. Pérez Sarmiento fue autor de varios libros, incluyendo un 'Manual Consular Colombiano', publicado en Cádiz, en los Talleres Tipográficos de Manuel Álvarez Rodríguez en 1915 y editado por Pelayo Quintero Atauri, Vicecónsul de Colombia en Cádiz, conforme la información del libro. Las curiosidades no paran, puesto que Quintero Atauri fue un destacado arqueólogo, pintor y escritor español, quien durante un momento de su vida, fue diplomático de Colombia en su propio país. Sin duda, esta colaboración creativa entre el colombiano y el español, resultaría una historia para investigar, pues se presume muy interesante.

Confieso que nunca había escuchado sobre José Manuel Pérez Sarmiento, y en rápida búsqueda en Internet, encuentro que fue funcionario de la Cancillería durante 43 años, desempeñando en ese periodo de tiempo, las funciones de Subjefe y Jefe de la Sección de Historia Consular, siendo Cónsul en varias ciudades de Venezuela, España y Francia, Consejero en la Legación en Madrid, Asesor de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, Delegado de Colombia a varios Congresos Internacionales y Jefe de la Oficina de Información de la República en España, Portugal y Norte de África. Durante su estancia en España realizó investigaciones en archivos históricos y geográficos, encontrando documentos que sirvieron para defender derechos e intereses nacionales en cuestión de fronteras. Cuando falleció el 6 de mayo de 1948, el Congreso de Colombia emitió la Ley 42 del mismo año, por la cual se honraba su memoria. Es decir, en una época en que no se había consolidado la carrera diplomática, podría afirmarse que fue un diplomático de carrera que logró destacar en el plano nacional.

En mi actual destino, había planeado con mis buenos amigos del Instituto Cervantes en Chicago, hacer una actividad, relacionada con libros colombianos el 23 de abril, con el fin de conmemorar esta fecha. No sospechábamos que el Covid-19 se cruzaría en el camino. En este momento, la prioridad es salir vivos y sanos de esta contingencia, luego seguramente retomaremos el proyecto. Tampoco sospechaba que un antiguo colega había sido pionero en la idea de celebrar el día del libro un 23 de abril. Sea el momento para honrar su memoria.

De todas formas, la mejor celebración en este o en cualquier día, es que busquemos en la biblioteca de la casa, a ese objeto fabricado con hojas de papel e imaginación que nos está esperando, con la paciencia y cariño de los amigos verdaderos. El mejor medio de transporte, que nos lleva en viaje a cualquier dimensión temporal o espacial, sin salir del sitio en el que nos encontramos. En resumen, el mejor invento del mundo, el libro.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

Cuando un diplomático colombiano propuso el día del libro
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