jueves. 25.04.2024

La historia de un médico santo: José Gregorio Hernández

"El médico venezolano ha sido declarado beato, el primer paso para llegar a ser considerado santo de la iglesia católica"

En un año en el cual, seguimos sufriendo las consecuencias de la pandemia que persiste en acompañarnos, una de las grandes lecciones ha sido valorar la salud pública en el mundo y recordar a figuras claves, como en el caso de Colombia, el médico y profesor Héctor Abad Gómez cuyas lecciones básicas de higiene y cuidado siguen tan vigentes. Quizás por ello, no sea extraño que recientemente un médico venezolano haya sido declarado beato, el primer paso para llegar a ser considerado santo de la iglesia católica.

El nombre de José Gregorio Hernández (1864–1919), es venerado en Venezuela, en buena parte de Colombia y muchos otros lugares como en las Islas Canarias en España, producto de la intensa relación entre el archipiélago y Venezuela, en un constante intercambio migratorio y cultural, además porque el Dr. Hernández tenía ascendencia canaria por parte de su madre. Aquí presentamos su historia.

El Dr. José Gregorio Hernández fue médico y franciscano seglar venezolano, estudió medicina a instancias de su padre, Benigno Hernández Manzaneda. Los estudios los realizó en Caracas en la UCV (Universidad Central de Venezuela) en donde fue sobresaliente y al tiempo se interesó en las humanidades e idiomas (se dice que hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano). Al graduarse en lugar de abrir consultorio en la capital, como era la costumbre y ambición de los profesionales de la época, decidió ejercer la medicina en Isnotú, su pueblo natal en el Estado de Trujillo. Posteriormente realiza estudios de especialización en Europa y regresa a Venezuela como profesor universitario, siendo fundador de las cátedras de fisiología experimental y bacteriología.

En medio de su experiencia profesional, Hernández sintió el llamado religioso e ingresó en el monasterio de la orden de San Bruno en Italia, en donde estuvo un año en retiros espirituales. En 1918 durante la pandemia de la gripe, José Gregorio Hernández estuvo atendiendo a los afectados en Caracas. Al año siguiente el Dr. Hernández falleció a los 54 años de edad, producto de un accidente, siendo atropellado por un automóvil. Desde su muerte, empezó una devoción religiosa a su figura, lo cual es interesante, porque Hernández ante todo era un científico que formó una escuela de investigadores médicos, en ámbitos como la bacteriología o la parasitología.

El Dr. José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, perteneció a la Orden Franciscana Seglar, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís y su amor por los pobres y necesitados. Esto contribuyó a que su veneración se extendiera de manera espontánea y exponencial, porque si bien la Iglesia Católica desde mediados del siglo XX, inició un largo proceso de canonización, concediendo el título de “Siervo de Dios”, la verdad es que no es extraño encontrar en los altares de los hogares humildes las estampas del Dr. Hernández, siempre se ha considerado un santo popular.

El Dr. José Gregorio Hernández tiene un fuerte vínculo con Colombia, pues su padre Benigno María Hernández era de ascendencia colombiana. En Colombia al Dr. Hernández se le conoce como el “Hermano José Gregorio”, quien para resumirlo fue un hombre imprescindible, cuyo recuerdo perdura tanto para la ciencia, como para la religión, logrando algo admirable, ser admirado en dos campos, que suelen considerarse incompatibles.

Sea el momento, para recordar a todos los médicos y profesionales de la salud, que especialmente en los últimos dos años se han entregado al servicio de los demás, independiente de su filiación religiosa, son el mejor ejemplo del amor al prójimo. Algunos son verdaderos santos laicos. Nuestra admiración y agradecimiento eternos.

--------------------

Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

La historia de un médico santo: José Gregorio Hernández
Comentarios