En Bogotá, en el mes pasado, en la misma semana hubo conciertos de los reconocidos artistas Coldplay, Dua Lipa, Camilla Cabello, lo cual ahora no es extraño, incluso parece que las plazas de Colombia se están convirtiendo en las más apetecidas para artistas y espectadores extranjeros, por el tema de la conversión de dólares a pesos, tanto para la organización como para el público resulta más económico que otros sitios.
Pero hubo una época, en que pensar en un concierto de un artista extranjero de renombre en nuestro país, era una posibilidad remota, especialmente a finales de los ochenta e inicios de los noventa. La terrible época del narcoterrorismo espantaba a cualquiera que quisiera asomarse en Colombia, así que todavía me pregunto cómo fue que llegó un grupo que tuvo éxitos a nivel mundial, me refiero a los australianos Air Supply.
Hablamos de un dueto anglo-australiano que se formó en 1975 en Melbourne, conformado por el guitarrista Graham Russell y el cantante Russell Hitchcock, quienes deben ser una de las parejas más estables del mundo del espectáculo, pues siguen juntos en activo. Han tenido éxitos como “Lost in Love”, “All Out of Love”, “Every Woman in the World”, “The One That You Love”, “Here I Am”, “Sweet Dreams” o el popular “Making Love Out of Nothing at All”, para quien no haya escuchado a este dúo, observarán que las baladas románticas son su fuerte. La mayoría de las canciones compuestas por Russell para la suave voz de Hitchcock. Australia ha reconocido su trabajo musical al incluirlos en 2013 en su Salón de la Fama.
La presentación de Air Supply se dio el 26 de noviembre de 1991 (de la fecha me acuerdo perfectamente porque era el día de mi cumpleaños) en el coliseo cubierto El Campín (hoy conocido como Movistar Arena) y asistí con dos compañeros de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, mi novia de aquella época Luz Ángela Arango, y Óscar Miguel Bermúdez. No le cabía un alma al recinto cerrado.
Aunque ya la vejez prematura no me permite rememorar los detalles, fue una gran experiencia académica, porque en cierta forma, esos retoños de sociólogos, comprobamos como si fuera trabajo de campo, que efectivamente el individuo cuando se encuentra en recintos sociales, disfrutando de espectáculos, deja de tener una conciencia individual, para convertirse en un ente colectivo y es capaz de hacer cosas que nunca haría solo en la calle, por ejemplo, cantar a viva voz, lanzar gritos (cuando no objetos) y muchas más demostraciones de su integración (o desintegración) social.
Dejando las especulaciones académicas, siempre será un grato momento compartir un concierto con gente querida o como me ha pasado en los últimos 22 años, con la persona amada, es decir con mi esposa Patricia, con quien he asistido a muchos conciertos, siendo el más inolvidable, el de Paul McCartney, de otro noviembre, esta vez de 2011 en Abu Dhabi, una experiencia total.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter en horas no laborales aparece como @dixonmedellin