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martes. 26.08.2025

El misterio de las “donuts” bogotanas

Cuando pasen por El Dorado en Bogotá no olviden llevarle donuts a familia y allegados, especialmente con arequipe
Las donuts bogotanas son realmente deliciosas, especialmente las que se ofrecen con arequipe. (Fuente externa)
Las donuts bogotanas son realmente deliciosas, especialmente las que se ofrecen con arequipe. (Fuente externa)
Hace poco se publicó en esa red social que alguno seguimos llamando Twitter, en un ejercicio de resistencia pasiva o activa, frente a su controvertido dueño, una fotografía curiosa. Mostraba varias filas de asientos de un vuelo de Bogotá a Bucaramanga, en donde perfectamente alineadas al lado de los pies de los pasajeros, se veían cajas de una conocida marca de donuts, que no vamos a mencionar, para no hacer publicidad, pero que ya muchos colombianos se están imaginando.

Es necesaria una aclaración, en la presente columna no hablaré de las acepciones en español de este particular bizcocho, que aparentemente se inventó en Europa, pero que tiene a varias empresas estadounidenses como sus mayores exponentes a nivel mundial. A pesar de ser un defensor del idioma español, haré una excepción y no las identificaré como rosquillas, roscas, ni siquiera con la tilde, como dónuts o donas, sino como las hemos conocido tradicionalmente, donuts. Pero volvamos a Colombia.

Los santandereanos y nortesantandereanos (habitantes de los departamentos ubicados en el nororiente colombiano), siempre han mantenido la tradición de llevar a sus familiares, cuando visitan la capital colombiana, donuts de esa marca en particular, pero deben ser las que encuentran en el aeropuerto El Dorado, esa maravilla de terminal aéreo que es orgullo para los bogotanos, el mejor en América Latina, sin duda alguna.

Lo interesante del tema es que la tradición de llevar donuts de Bogotá, no se limita a las ciudades santandereanas o nortesantandereanas, hace poco, en una reunión social de la Dirección en la que trabajo en Cancillería, estuve planteando el tema y resultó que también ha sido costumbre en otras regiones como la costa Caribe o incluso en Pasto, al sur del país.

¿Por qué hablo de misterio? Porque esa costumbre se entendía, en la lejana época en la cual, esa marca de bizcochos foráneos no había llegado a ciudades diferentes a la capital colombiana, pero hoy por hoy, es posible conseguir, estas donuts en particular o de cualquier otra marca en todas las poblaciones del país. Hablamos de un tiempo en el cual se incrementaban las dificultades, por las escasas vías de comunicación, dado lo intrínseco de la geografía colombiana, motivando que cada región del país fuera desarrollándose de manera autónoma y los productos de un sitio, no se encontraban en otro.

Sin embargo y he aquí lo bonito del relato, es que la tradición se ha mantenido, en parte, porque es un presente que homenajea a los mayores, a padres y abuelos, un distintivo de quien ha viajado a la capital y recuerda a la familia, allegados y amigos. Es una costumbre que a pesar de no ser necesaria en las actuales circunstancias se sigue celebrando, porque hace parte de las historias familiares de miles de colombianos, desde los tiempos en que viajar por avión entre las ciudades de nuestro país, tenía algo de épico y trascendental. Un rito del pasado que se resiste a desaparecer.

Ahora bien, aunque tilde de misterio este comportamiento, por otro lado, lo entiendo. En mi experiencia en los Estados Unidos, varias veces probé las donuts de allá, de la misma marca, en su cuna natal y nunca encontré unas tan ricas como las bogotanas, bueno tal vez, porque los estadounidenses no han inventado el arequipe colombiano, ese dulce de leche que es un caramelo exquisito. Cuando pasen por El Dorado en Bogotá, no olviden llevarle donuts a familia y allegados, especialmente con arequipe.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.

El misterio de las “donuts” bogotanas