Ha terminado la Copa del Mundo de fútbol en Catar, dejando a Argentina como justo campeón, pero hay un récord que se sostiene, que ni Pelé, Maradona o Messi han logrado derribar, pero no muchos saben que es un hito colombiano en los mundiales de fútbol, sobre el cual vamos a hablar hoy día.
Se trata del único gol olímpico que se ha marcado en un mundial de fútbol, en el inolvidable 4 - 4 cuando Colombia empató contra la entonces todo poderosa Unión Soviética en el mundial Chile 62, cuando el jugador colombiano Marcos Coll anotó el único gol olímpico hasta el momento en todos los campeonatos mundiales, y lo hizo ante el considerado como mejor portero de la historia, Lev Yashin, apodado la Araña Negra, el único guardameta que ha ganado el prestigioso premio Balón de Oro.
Marcos Coll, realmente se llamaba Marco Tulio, pero en el mundo del fútbol le empezaron a llamar Marcos y así se quedó, nació y murió en Barranquilla, hijo del primer árbitro en Colombia reconocido por la FIFA, desde niño su vida giró alrededor de un balón, cuando su ídolo era el argentino Adolfo Pedernera quien había llegado a jugar con Alfredo Di Stéfano en el club Millonarios de Bogotá y en una visita a Barranquilla le había firmado un autógrafo en un afiche que el joven Coll conservó toda la vida y por esas cosas de la vida terminó siendo el entrenador de la Selección Colombia que en 1962 jugaría su primera Copa Mundial en Chile.
El domingo 3 de junio de 1962, se convirtió en un día histórico para los colombianos, cuando se dio el partido entre la URSS y Colombia en la ciudad chilena de Arica. Como era de esperarse el seleccionado soviético con el paso del primer tiempo iba cómodamente superando a los colombianos por un marcador de 4 - 1, luego vino una de las remontadas más memorables de las que se recuerde, incluido un gol inolvidable.
Se han cumplido 60 años del récord de un colombiano en los mundiales de fútbol, el inolvidable Marcos Coll o Marcos Gol, como algunos le llamaban, aunque él en su proverbial modestia no le daba gran trascendencia, aunque le guardaba cariño, siempre declaró que no fue un gol buscado, simplemente deseaba centrar bien y ubicar la cabeza de alguno de los delanteros. Marcos Coll rememoraba que al finalizar el partido, a Lev Yashin se le notaba molesto, pero del único rival que se despidió de mano fue de él y algo le dijo en ruso que él esperaba haya sido una felicitación.
La creatividad colombiana, desde aquel día rebautizó la sigla de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que en ruso aparecía C.C.C.P., explicándola como “Con Colombia Casi Perdimos”. Han pasado 60 años, pero nadie recordó ese gran hito de los mundiales, el del día en que en medio de un desierto chileno, un colombiano anotó el único gol olímpico de los mundiales de fútbol, supongo que lo recordarán el día en que se produzca el segundo gol y alguien saque a relucir la historia de un barranquillero llamado Marcos Coll, pero espero que pase todavía mucho tiempo, aunque por favor, al Olímpico nunca lo olviden.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera y escritor por vocación. Lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin