En el mejor programa sobre cine que existe en la televisión, 'Días de Cine', hace unas semanas cierta imagen me llamó la atención, el director británico Julien Temple aparecía durante una entrevista vistiendo un sombrero vueltiao, adminículo típico colombiano, que pasó en unos años de ser una pieza artesanal de una región del Caribe a convertirse en patrimonio nacional de los colombianos. Hoy le daremos vueltas al asunto.
El sombrero vueltiao auténtico (porque han salido algunas imitaciones, incluso elaboradas en plástico desde la lejana China) es una obra artesanal, que se realiza a mano, en los Departamentos de Córdoba y Sucre, al norte de Colombia, tomando la herencia de la cultura indígena zenú. Los indígenas elaboraban un sombrero, que ha venido cambiando en la forma, pero se mantiene en su esencia, para refrescar y proteger del sol.
El nombre tiene que ver con su confección, la cual se realiza con las cintas que salen de procesar las hojas de una palma originaria de la región llamada caña flecha, estas cintas se van tejiendo y cosiendo, dando vueltas, para ir adquiriendo la forma del sombrero. Hay diferentes tipos de sombrero vueltiao en cuanto a calidad y precio, dependiendo el tipo de fibra que se utilice, un sombrero de calidad será flexible y liviano, la elaboración de algunos puede tomar un mes, porque se utilizan no tiras de la palma sino hilos de la misma.
El sombrero vueltiao pasó de ser una prenda utilizada por indígenas y campesinos de la costa Atlántica colombiana, a ser un referente nacional. Los encargados de darle resonancia fueron los artistas y deportistas, sin olvidar que Gabriel García Márquez gustaba de vestirlo. Los ritmos musicales costeños colombianos que terminaron siendo universales como la cumbia y el vallenato, ayudaron a internacionalizar al sombrero, mediante sus intérpretes. Hasta el punto de convertirse en símbolo cultural de la nación.
Volviendo al cine, hay una escena de la película otoñal 'On Golden Pond' (1981) (titulada en España 'En el estanque dorado' y en América Latina 'Los años dorados'), en donde se ve a Katharine Hepburn con un sombrero vueltiao -en la imagen superior-, imagino las vueltas que debió dar ese sombrero para llegar a la cabeza de la inmensa actriz. Pero no ha sido la única celebridad, de hecho la todo poderosa Oprah Winfrey, lució una versión estilizada. Pontífices como Juan Pablo II o Francisco e incluso miembros de la realeza británica como el Príncipe Carlos y su pareja Camila lo han llevado.
Actualmente no es extraño ver el sombrero vueltiao, en diferentes escenarios o eventos, lo han lucido estrellas del deporte como Roger Federer o Rafael Nadal y uno como colombiano, siente emoción cuando lo reconoce circulando en cualquier atestada calle de una gran ciudad extranjera. Al final, es una entrañable prenda que resume las vueltas que da esta vida.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin