viernes. 26.04.2024

Inolvidar

Iris Morata entra por la puerta grande en la literatura con una novela que sumerge al lector en varios mundos que se relacionan y que transitan por el oscuro mundo de las sectas
Detalle de la cubierta de Inolvidar, primera novela de Iris Morata.
Detalle de la cubierta de Inolvidar, primera novela de Iris Morata.

Inventar una palabra para titular una novela es arriesgado, y la autora de Inolvidar, Iris Morata, una barcelonesa afincada en Dubái, lo es. Pero el riesgo que ha corrido le ha salido de primera, porque atrae al lector curioso, a ese que busca entre cientos de títulos algo diferente, atrayente y de calidad. Inolvidar cuenta una historia en la que confluyen tres personajes principales que vienen de mundos muy diferentes, lejanos incluso, como son Casilda, Olivier y Jackson. Pero estos personajes principales van apareciendo en escena de manera ordenada, sin alardes, envolviendo al lector poco a poco e introduciéndolo en la historia de una forma sutil y elegante hasta que se van convirtiendo en un conjunto imposible de separar.

Casilda es una mujer de éxito que en su madurez tiene que encontrar a la hija que perdió hace mucho tiempo. Olivier en un profesor de francés que vive en Barcelona, y Jackson es un tipo de pasado extraño, de esos a los que una infancia problemática los marca de por vida, que se introduce en el mundo de las sectas y se establece en el sur de Francia. Pero ¿qué pueden tener estos tres personajes tan diferentes, en común? Pues ahí es dónde la habilidad de Iris nos conduce por el difícil camino del desarrollo de las tramas de las novelas, un camino con contínuos cambios de perspectiva, con giros inesperados, que va creando historias sobre historias, pasados que se superponen y que aparecen en el presente para golpear a unos y a otros de una manera contundente pero comprensible, sin espacio para las dudas.

¿Una persona que comete una inmoralidad puede considerarse una persona inmoral?

La escritora nos lleva de la mano de Olivier y Casilda hacia un tema espinoso y delicado que hace que nos planteemos, como lectores, los límites de la moralidad y nos sitúa hábilmente en una frontera en la que los límites éticos llegan a rozar esa sutil línea imaginaria entre lo correcto, lo que está bien, con lo moralmente reprobable e incluso delictivo, porque ¿una persona que comete una inmoralidad puede considerarse una persona inmoral? ¿Un hecho aislado te convierte en merecedor de un adjetivo para toda la vida? Es la eterna pregunta, la eterna duda, la relatividad o no de los comportamientos y sus consecuencias. Un planteamiento inteligente, desde luego.

La novela es un crisol de géneros y nos lleva desde el drama a la aventura pasando por el romance y tocando la novela al más puro estilo policíaco. Pero ¿es esto posible en una misma novela? Lo es, y doy fe de ello, con lo que es un plus añadido para los amantes de todos los géneros, aquellos a los que les gusta la mezcla de estilos, aquellos que huyen de las clasificaciones estrictas por géneros. Conforme vamos leyendo, van apareciendo nuevos personajes que se integran en la historia de manera secundaria, pero que sirven de un imprescindible apoyo para sostener a los principales, con el aliciente, además, de que los secundarios, resultan también muy interesantes y dan mucho para pensar.

Con Inolvidar, el lector entra en varios mundos a la vez, en varias historias que se relacionan, pero al acercarnos al oscuro mundo de las sectas, al que la escritora nos lleva de la mano del personaje de Jackson, la novela adquiere otro ritmo y el lector otras expectativas que no defraudan. Con esta opera prima, la escritora Iris Morata entra por la puerta grande en la literatura, arriesgando, con paso firme y decidido, y desde luego ha venido decidida a quedarse y a hacerse un hueco en el difícil mundo del escritor. Viene del mundo del arte y la creatividad, ya que fue diseñadora de zapatos y eso se nota porque la creatividad, antes o después, en más o menos medida, tiende a salir y a proyectarse en cualquier cosa que se haga.

¡Enhorabuena Iris y bienvenida!

Inolvidar
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