viernes. 29.03.2024

Pasado perfecto

La novela de Leonardo Padura, de género policíaco y perteneciente a la saga titulada Las cuatro estaciones, presenta un equilibrio perfecto entre la historia detectivesca, que mantiene la tensión hasta que descubre al culpable del delito, y la historia personal del detective, creando una especie de simbiosis y pasando de una a otra con gran habilidad narrativa
Padura retrata en la novela Pasado perfecto la vida en Cuba de la mano del detective Mario Conde.
Padura retrata en la novela Pasado perfecto la vida en Cuba de la mano del detective Mario Conde.

Hace poco, un amigo me preguntó: ¿Oye Lourdes, qué libros me recomiendas para cuando lleguen las rebajas? Me hizo gracia, la verdad, y aunque al principio me sentí un poco ofendida… pensando que los libros deberían estar fuera de ese mercadeo consumista, recapacitando me he dado cuenta de que los libros son caros y que no están como deberían, al alcance de cualquiera. Por eso las rebajas son una buena época para comprar libros, sí. En cuanto a las recomendaciones, pues cualquiera que permita el bolsillo aprovechando los descuentos, pero una buena opción sería Leonardo Padura, con o sin rebajas…, un escritor cubano que descubrí hace unos meses y que me tiene enganchada con la saga del detective Mario Conde.

Pasado Perfecto pertenece a una saga titulada Las cuatro estaciones, en las que Padura desarrolla la vida y los casos de un detective que pertenece a la policía de La Habana, a pesar de no ser militante. Mario Conde es un detective extraño, un tipo triste, un recordador de mierda, y no sólo porque el personaje es así, sino porque además vive en Cuba y eso ya de por sí lo hace diferente de cuantos detectives novelescos se han creado.

Padura no desaprovecha la ocasión para hacer una crítica de la situación de su país, de las desigualdades sociales que en teoría no deberían existir en un sistema comunista

El autor nos presenta a un detective de 36 años, aunque ya lleva más de diez en la policía, con una habilidad especial para resolver los delitos que se le presentan alejado en muchos casos de las normas establecidas. Nos habla de su pasado en una ciudad como La Habana y de su barrio, Calzada, muy humilde como casi todo por allí. Y es que Padura no desaprovecha la ocasión para hacer una crítica de la situación de su país, de las desigualdades sociales que en teoría no deberían existir en un sistema comunista, de la falta de alimentos, de la precariedad de los trabajos, del hambre, de la desidia, de la desesperanza, de la tristeza, de la delincuencia, del poder de los dólares… y todo aparece mientras Conde trabaja, investiga, descubre nuevos personajes que representan todo aquello que él critica. Pero lo hace hábilmente, con cierta elegancia y sin tener la sensación de denuncia reivindicativa. Introduce la realidad de su país, de su ciudad, de una manera tan sutil que no desentona, que no llama la atención, pero que está ahí y es dramática.

Padura nos habla de sentimientos, como la amistad y lo hace a través de los amigos del detective Mario Conde, amigos que le acompañan desde el preuniversitario que estudió en La Víbora, con sus dramas personales, con sus defectos, con sus anhelos y esperanzas perdidas, pero que siempre están a su lado. Nos presenta a un personaje muy curioso, Josefina, la madre de su amigo Carlos el flaco que ya no es flaco, y a través de ella nos descubre la gastronomía de su país que va a la par de la pobreza, ya que la mujer se las ingenia para hacer deliciosos platos esquivando racionamientos y buscando ingredientes con métodos que Conde no quiere saber. Pero Josefina también representa la ternura y el amor maternal, ese que el protagonista perdió hace tiempo.

Cubierta de la novela Pasado perfecto, de Leonardo Padura.Cubierta de la novela Pasado perfecto, de Leonardo Padura.

Una de las cosas que más llaman la atención de este libro, y de los demás, es que el autor mantiene un equilibrio perfecto entre la historia detectivesca, manteniendo la tensión hasta que descubre al culpable del delito, y la historia personal del detective, creando una especie de simbiosis, y pasando de una a otra con una gran habilidad narrativa. Otra de las cosas que aparecen sin filtro en el libro, es el sexo. El autor habla del sexo sin censuras y lo hace, de nuevo, con total normalidad, como algo más de la naturaleza humana y con alusiones bastante explícitas a momentos en los que Conde disfruta en pareja de tórridas sesiones sexuales o de las mismas, pero en solitario…

Leonardo Padura nació en La Habana en 1955 y sigue viviendo allí, ya que como él mismo dice, "he nacido aquí y no tengo porqué marcharme de mi casa…". Parece un tipo tranquilo, sereno, pero me da a mí que engaña, ya que en el ritmo de su literatura asoma una personalidad curiosa y la gente curiosa, por lo general no es tranquila. Las descripciones que hace de su querida ciudad son tan finas que, si ya has visitado La Habana, la mente te lleva de nuevo allí sin darte cuenta, sin ningún esfuerzo mental.

Recibió el premio Princesa de Asturias de la Letras en 2015 y se declara cubano de alma y corazón, cosa que no le impide ejercer la crítica social de su tierra desde las líneas de su prosa. Pasado Perfecto es la puerta de entrada para conocer un tipo de novela policíaca con sones de rumba, de mambo e incluso de bolero, porque la música está presente en aquella isla y Padura, desde luego escribe con ritmo, con ritmo cubano.

Hasta pronto.

Pasado perfecto
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