jueves. 25.04.2024

Penélope

"Aquella tarde, ya de vuelta en el desierto, se sentó mirando por el balcón"
Atardecer en Chipre. (Mónica Ortega)
Atardecer en Chipre. (Mónica Ortega)

Una patria lejana con olor a ajo que pica.

Una tierra llena de raíces que no se olvidan.

Un amanecer con sonidos a tierra mojada.

Una playa con memorias de amor hecho realidad.

Petardos, tracas y mascletá.

Niños corriendo en pantalón corto.

Un verano inolvidable.

Un arroz.

Noches de risas y madrugadas.

Un adiós sin decir hasta luego.

Una ilusión, un se acabó, un comienzo infinito…

Esas fueron todas las cosas que pasaron por su mente antes de coger el avión de vuelta al desierto.

Como cada año regresaba a Dubai después de visitar a su familia en España. Su corazón se partía en dos cada vez que se despedía de sus amigos y familiares.

Llevaba años trabajando como diseñadora de interiores, decoraba las casas de miles de los expatriados que vivían en aquella gran ciudad.

Penélope, que así se llamaba, era mitad española, mitad chipriota. Había nacido en Chipre, pero cuando tenía ocho años sus padres decidieron irse a vivir a Alicante.

Amaba el Mediterráneo, sus olores, su cielo azul y el carácter de la gente.

Aunque sus padres y hermanos vivían en España, Penélope seguía teniendo familiares en Chipre y de vez en cuando les visitaba.

En el  último viaje que hizo a la ciudad donde había nacido tuvo la suerte de conocer a una persona especial.

Aquella tarde, ya de vuelta en el desierto, se sentó mirando por el balcón.

Sintiendo como el viento le daba en la cara.

E imaginó historias de amor utópicas e ilusionadas.

Y supo que él era su alma gemela.

Lo supo desde que cruzaron miradas por primera vez en aquel bar de un hotel cualquiera.

Y el viento siguió dándole en la cara,

Y una lágrima cayó.

Y sonrió sin saber porqué.

Quizás porque su corazón le pertenecía a él…

Penélope, que deseaba más que nunca cambiar de vida y de trabajo, quería vender sus cosas.

Quería irse a vivir a aquella pequeña isla, soñaba con poder estar cerca de la persona de la que se había enamorado, pero el destino no le permitía cumplir sus sueños y esperaba con ansias mientras buscaba ofertas de trabajo en los periódicos, que algún día llegase la oportunidad de su vida para reencontrarse con él y así poder volver a mirarle a los ojos.

Penélope
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