martes. 23.04.2024

Damasco

"Sentía que se había quedado sin patria, que ya no pertenecía a aquel lugar"
mezquita damasco siria-pxhere.com
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Tenía un buen trabajo, una novia y un posible matrimonio. Había decidido irse y viajar por el mundo. Nunca regresaría a casa. Leía cada día las noticias sobre su país y se le encogía el corazón. No podía dejar de pensar en sus amigos y familiares, en todo el dolor causado. ¿Qué estarían haciendo ahora mismo todos en Damasco?

No quería mirar hacia atrás. No quería volver a pensar en aquellas noches amarillas de esqueletos y dientes mordidos, en aquellos horribles sonidos del pasado.

¿Cómo sería volver a vivir allí? Sentía que se había quedado sin patria, que ya no pertenecía a aquel lugar. Cada día mirando por la ventana se preguntaba:

—¿Qué ocurriría si borráramos lo vivido? Si pudiéramos olvidar lo sentido… ¿Y si fuésemos capaces de escribir nuevas historias, papeles en blanco, cuentos perfectos, finales felices…

—¿Qué pasaría si tú fueras yo?

—¿Y si yo fuese tú?

De repente quedó mudo permaneciendo en silencio y su corazón comenzó a sentir en morado recordando a sus padres una vez más mientras escuchaba el rezo del almuecín a lo lejos. Volvió a mirar por la ventana sin poder evitar dejar de pensar en cómo su vida podría haber sido parte de una de esas historias de noche púrpura que tanto le gustaba leer en los diarios.

Poco después su novia llegó a casa, prepararon la cena, se sentaron en el sofá y apagaron la televisión.

Ibrahim  no quería ver las noticias como cada noche. No quería volver a escuchar nada más sobre su ciudad. ¿Cómo es posible que estuviera pasando todo esto?

Entonces se le llenaron los ojos de lágrimas y cogiéndole la mano a su prometida le dijo:

 — He vivido una vida llena de historias y aventuras desde que me fui. Me parte el corazón saber que no puedo volver a casa pero debo continuar mirando hacia adelante.

Ella sonrió y le besó en los labios. Y continuaron escribiendo su historia de amor, de días y noches, de sonrisas y lágrimas. 

Damasco
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