sábado. 27.04.2024

Una delegación de la Biblioteca y Archivos Nacionales de Emiratos Árabes Unidos (EAU) llegó a la Alhambra el pasado mes de noviembre y no logró entender cómo, siendo obra de sus antepasados árabes, era desconocida por muchos en Oriente Medio.

Convicción que abarcaba tanto a su relevancia a título de herencia patrimonial como a las consecuencias que aquel Al-Andalus del medievo aún tiene en el día de día del que fue su epicentro, la actual Andalucía, y en el resto de la península Ibérica, integrada por España y Portugal.

La delegación visitó ciudades como Granada, Córdoba o Sevilla como parte de un viaje que les abrió los ojos de forma definitiva sobre el legado andalusí. El país del Golfo hoy se empeña en poner en valor en su territorio todos los vestigios que hallan de su esplendoroso ayer. Y en el sur de la Europa más occidental sus líderes han encontrado la muestra evidente de la colosal historia en la que actualmente sustentan su vertiginoso viaje hacia el futuro.

“Para nosotros fue un honor acompañar a la comitiva y mostrarle el riquísimo patrimonio de un período que tanto nos une”, señala en declaraciones a la Agencia de Noticias de Emiratos (WAM) la directora de la Fundación Pública Andaluza El Legado Andalusí, Concha de Santa Ana. Ella resultó parte esencial en la toma de conciencia que sobrevino en los viajeros y que propició los siguientes pasos. El primero fue que el Emirato de Abu Dabi se marcó el irrenunciable objetivo de transmitir el profundo significado de un periodo histórico que tuvo por bandera la convivencia en armonía entre diferentes culturas.

Tras ello, Abu Dhabi no tardó en promover la iniciativa ‘Andalucía: Historia y Civilización’ que, impulsada por el vicepresidente, viceprimer ministro y presidente del Tribunal Presidencial de Emiratos Árabes, el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, y organizada por la Gran Mezquita Jeque Zayed y la Biblioteca y Archivos Nacionales busca traer hasta el siglo XXI lo mejor de una etapa tolerante, de imparable progreso y digna de ejemplo para las naciones del mundo. Aquellos 800 años, comprendidos 711 y 1492, cimentan un imborrable mínimo común denominador entre árabes, España e Iberoamérica.

“En Andalucía resultan palpables numerosos aspectos de Al-Andalus que van mucho más allá de cuestiones materiales como el riquísimo legado arquitectónico que aún se conserva del período andalusí y del que tan orgullosos nos sentimos”, señala Santa Ana.
De la Alhambra a la gastronomía, la agricultura y la lengua

Por los jardines y palacios del complejo monumental de la Alhambra, ubicado en la ciudad de Granada e icono de la arquitectura de Al-Andalus, se puede acceder a conocimientos clave para el desarrollo de la agricultura, de la ciencia y la cultura que se engendraron entre las paredes que alojaron al último reino árabe de la Península Ibérica, el nazarí.

La directora de El Legado Andalusí, una institución que entre otros objetivos se ha marcado la meta de difundir el protagonismo que España y Andalucía han ejercido en la historia como puente cultural entre Oriente y Occidente, subraya que “son numerosos los campos en los que todavía se siente y se percibe ese papel pese al cambio que han supuesto los más de cinco siglos transcurridos desde el fin del reino nazarí de Granada”.

“Nuestra gastronomía es sorprendentemente similar a la de los países de la orilla sur del Mediterráneo; nuestra agricultura le sigue debiendo mucho al período andalusí, en el que se introdujeron numerosas especies vegetales que hoy forman parte fundamental de nuestra dieta, y nuestros modos de cultivarlas y de hacer llegar el agua hasta sitios imposibles y de aprovecharla también responden a los avances que se introdujeron en el período medieval; y Al-Andalus también continúa vivo en nuestro lenguaje”, señala Santa Ana.

Estos aspectos tampoco pasan desapercibidos para el arquitecto conservador del Patronato de la Alhambra y Generalife, Antonio Peral, quien explica que la Alhambra “es un ejemplo de excelencia artística y estética”, pero además “una referencia para la literatura, la música y la ciencia en general que ha dejado una huella con un valor universal excepcional”.

Todos estos saberes están siendo promovidos en la actualidad por Emiratos Árabes a través de diferentes eventos como simposios, conciertos y exposiciones que buscan, en palabras del presidente del Comité de la Iniciativa ‘Andalucía: Historia y Civilización’, Mohammed Al-Murr, “rendir homenaje al profundo legado cultural e histórico de la singular civilización de Al-Andalus”.

En relación con ese legado, según mantiene, el objetivo de la iniciativa “es preservarlo, restaurarlo, presentarlo y difundirlo globalmente". "En esencia, es una invitación al público en general a conocer los componentes de una de las grandes épocas históricas árabes que, asimismo, persigue educar a nuevas generaciones sobre esta era cultural y científica y poner en valor y defender la cultura de la convivencia y la tolerancia”, apunta Al Murr.

La semilla está puesta y comienza a dar sus frutos: atendiendo a los datos aportados por Peral, la Alhambra recibió en el año 2022 más de 5.000 visitantes procedentes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), y de ellos más de 1.000 llegaron procedentes de EAU. Unas cifras que sirven a la directora de El Legado Andalusí para dejar claro que los viajeros árabes no son unos turistas cualquiera porque “perciben unas sensaciones muy especiales al sentir cómo sigue vivo en Andalucía un arte y un legado con el que se identifican plenamente”.

La Mezquita de Almonaster, reliquia andalusí

Más allá de la Alhambra y de otros lugares conocidos internacionalmente por su importancia como son la Mezquita y Medina Azahara en Córdoba o la Giralda en Sevilla, existen otros monumentos que subrayan la relevancia histórica de Al-Andalus por toda la geografía andaluza.

La mezquita de Almonaster la Real. (Fuente externa)
La mezquita de Almonaster la Real. (Fuente externa)

Es el caso de la Mezquita de Almonaster La Real, reliquia andalusí en la provincia de Huelva, que ha sido definida como la “mejor conservada en el ámbito rural de época histórica de la península Ibérica por la singularidad de la construcción, que viene dada por la diversidad de sus materiales y patrones y por la interculturalidad que se plasma en las características arquitectónicas del edificio”, afirma el experto Manuel Ángel.

Destaca que lo que llama la atención de este templo es “precisamente los valores arquitectónicos que se han conservado a lo largo del tiempo sin tocar y que demuestran que la convivencia entre culturas y civilizaciones, si se quiere, es perfectamente posible”.

Construida a mediados del siglo IX, la Mezquita de Almonaster La Real pertenece a la denominada ruta del legado andalusí al-Mutamid, que se extiende de Lisboa a Sevilla y es uno de los caminos más ricos de la época dorada de Al-Andalus. En su recorrido se fusionan el pasado andaluz con el portugués a través de complejos históricos y espacios naturales.

Al-Andalus sigue vivo. No sólo está presente en Andalucía, en la arquitectura o el lenguaje, sino que aflora a lo largo del planeta a través de la música, la gastronomía o en libros como el ‘Collar de la paloma’, del autor Ibn Hazm, que aún se puede encontrar en los estantes de cualquier librería tanto de Granada como de Fez, Túnez, El Cairo, Damasco, Dubai o Abu Dhabi. Vivo y vigente.

Abu Dhabi defiende los valores perdurables de Al-Andalus
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