viernes. 03.05.2024

El Pabellón de Bolivia en la Exposición Universal 2020 de Dubai fue una gran fiesta este viernes. Numerosas personas acudieron hasta el espacio para vivir el Festival de la Alasita, una tradicional celebración boliviana que en este mes de enero ha hecho que visitantes de la Expo sueñen con consiguir aquello que tanto desean: salud, amor, dinero, una casa, trabajo... Todo es posible. "Sólo hay que creer y desearlo de verdad", aseguró a EL CORREO DEL GOLFO en el transcurso del evento la comisaria del Pabellón, Raquel Orozco.

La Feria de las Alasitas, de origen indígena y también conocida como la Fiesta de la Abundancia, es celebrada a finales de enero y principios de febrero en el Estado Plurinacional de Bolivia, principalmente en la ciudad de La Paz. Comienza oficialmente el 24 de enero al mediodía y se une con la celebración de Nuestra Señora de La Paz. Es tal el impacto y la autenticidad de la festividad que fue declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2017.

Durante estas semanas, los ciudadanos bolivianos consiguen objetos en miniatura que representan lo que desean, como casas, alimentos o títulos profesionales y demás. Estos objetos se conocen como alasitas y en su mayoría son realizados por artesanos.

El dios Ekeko con sus humeantes cigarrilos. (EL CORREO)El dios Ekeko con sus humeantes cigarrilos. (EL CORREO)

Y lo mismo ha ocurrido en el Pabellón de Bolivia de Expo 2020 Dubai. Todos los asistentes, tras la esclarecedora explicación de la comisaria, se hicieron con los objetos de su deseo, previamente dispuestos en lugares estratégicos del espacio. Los asistentes se arremolinaron ante ellos para alcanzar sus sueños. Hubo quien tomó una tarjeta de crédito, lo material cuenta mucho en estos tiempos, pero otros optaron por aferrarse a cuestiones más espirituales y, por ejemplo, se hicieron con un certificado de nacimiento para la nieta que está por venir y asegurarse que todo irá sobre ruedas en el momento del nacimiento.

La directora del Pabellón de Uruguay, Bárbara El Dbeissy -izquierda-, junto a Raquel Orozco. (EL CORREO)La directora del Pabellón de Uruguay, Bárbara El Dbeissy -izquierda-, y Raquel Orozco. (EC)

Una vez todos hicieron la selección, Raquel Orozco procedió a la bendición bajo la guía de un vídeo proyectado sobre una gran pantalla. Acto seguido los presentes alzaron en sus manos los objetos de sus anhelos para que, ante Ekeko, deidad aimara de la abundancia -que presentaba dos humeantes cigarrilos en su boca-, recibieran la especialísima corriente que transforma estos símbolos en realidad. Fue una experiencia rayana lo trascendental. 

Eligiendo las alasitas en el Pabellón de Bolivia de Expo Dubai. (EL CORREO)Eligiendo las alasitas en el Pabellón de Bolivia de Expo Dubai. (EL CORREO)

Hoy, la fiesta combina tradiciones indígenas y católicas, por lo que los ciudadanos, antes de ofrecer sus alasitas al Ekeko las llevan ante sacerdotes o ritualistas andinos para que las bendigan. En Dubai la bendición fue de carácter más laico, aunque eso no hizo que la fe de participantes en esta arraigada tradición boliviana, transmitida de generación en generación, fuera menor.

Responsables de pabellones la Expo, durante el acto. (EL CORREO)Responsables de pabellones en la Expo, durante el acto. (EL CORREO)

Entre los asistentes, además de visitantes de la Expo, se encontraban responsables de distintos pabellones, que no dudaron al afirmar que el rito les impresionó y que iban a estar muy pendientes para observar si, después de la bendición, les llegaba la abundancia. 

Espectaculares empanadas salteñas bolivianas. (EL CORREO)Espectaculares empanadas salteñas bolivianas. (EL CORREO)

Tras el ceremonial de las alasitas, quienes disfrutaron de tan singular evento pudieron degustar unas excepcionales salteñas bolivianas, consideradas, según manifestó Raquel Orozco, "como las mejores empanadas del mundo". Aquello fue un festín.

El Pabellón de Bolivia, donde se desarrolló el acto, ofrece una muesta de lo mejor del país: quinoa real, carne de cabra deshidratada, piezas únicas de madera cachichira, lanas de alpaca, vehículos eléctricos, cocinas solares y hasta la oportunidad de explotar sus inmensos recursos de litio. Y ahora también tiene a disposición de quienes estén interesados la gema bolivianita, unas joyas excepcionales ya que la piedra que engarzan, también conocida como ametrino, solo se encuentra en la mina Anahí de Boliva.

El recinto está organizado en tres áreas diferenciadas: tecnología, superalimentos y ecoturismo. Todos los productos son auténticamente bolivianos y en este momento están a la búsqueda de nuevos mercados. Especialmente los 'superfood' o alimentos orgánicos y naturales. Y, según reveló Raquel Orozco, los resultados están llegando.

En Dubai también hay devoción por las alasitas bolivianas
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