Estamos en un tiempo donde las malas noticias cabalgan sobre nosotros. Es abrir un diario y somos asaltados impunemente por los cuatro jinetes de la apocalipsis.
Reconozco que desde hace unos meses me he aficionado a leer los foros en diversas redes sociales sobre los Emiratos. Uno de los puntos siempre más comentados son las ofertas de trabajo.
Supongo que alguno de los lectores ya debía estar por los Emiratos Árabes hacia principios del 2011. Unos meses antes había estallado la denominada primavera árabe en Túnez.
Cuando uno viaja, o ya no digamos si vive permanentemente en el extranjero, tiene una sensación grande, y por qué no real, de perder el contacto con su país.
Una de las cosas más bellas de vivir en lo que denominamos el extranjero es que hasta hace no muchos años era muy fácil abstraerte de la realidad de tu país.