22 de junio de 2025, 10:00
Las firmas de asesoramiento sobre riesgos han reportado un "fuerte aumento" en la demanda de consultas desde el inicio de la guerra entre Israel e Irán, mientras las compañías de la región del Golfo Arábigo se preparan para implementar estrategias de gestión de crisis y activar equipos de emergencia, informó esta semana el Financial Times.
Las monarquías del Golfo, que albergan importantes centros financieros como Dubai y Abu Dhabi, están trabajando arduamente para mantener a sus países al margen del conflicto, tras años de esfuerzos por mejorar las relaciones con Teherán. Sin embargo, la situación de seguridad en la región sigue siendo tensa, especialmente considerando la presencia de bases militares estadounidenses que podrían convertirse en objetivos de ataques.
Expertos como Tom Griffin, socio principal de Control Risks, señalaron que "hemos visto un fuerte aumento de las solicitudes relacionadas con la escalada del conflicto regional", abarcando desde soporte para evacuaciones en Irak e Israel hasta inteligencia sobre la atmosfera en el terreno. Phil Miles, de Kroll, advierte que potenciales objetivos en Oriente Próximo, incluyendo infraestructuras energéticas y bases militares, podrían estar en peligro si el conflicto se intensifica.
A medida que el conflicto se intensifica, compañías como International SOS han ayudado a evacuar personal de Israel y han colaborado en evacuaciones por tierra desde Irán. Empresas como Renault han solicitado a su personal en Teherán trabajar desde casa mientras monitorean la situación de cerca.
La actividad también ha aumentado en el sector de comercio y logística, donde se teme que Irán intente cerrar el Estrecho de Ormuz, vital para el transporte marítimo de crudo. A pesar de estos temores, Dubai Port World (DP World) ha asegurado que sus operaciones continúan con normalidad y que están preparando estrategias alternativas en caso de un posible cierre del estrecho.
Mientras las empresas de la región consideran sus estrategias de comunicación en caso de una escalada severa, la adaptación y preparación se han convertido en prioridades, reflejando una dinámica de inestabilidad a las que muchas organizaciones se han enfrentado en los últimos años.
Las monarquías del Golfo, que albergan importantes centros financieros como Dubai y Abu Dhabi, están trabajando arduamente para mantener a sus países al margen del conflicto, tras años de esfuerzos por mejorar las relaciones con Teherán. Sin embargo, la situación de seguridad en la región sigue siendo tensa, especialmente considerando la presencia de bases militares estadounidenses que podrían convertirse en objetivos de ataques.
Expertos como Tom Griffin, socio principal de Control Risks, señalaron que "hemos visto un fuerte aumento de las solicitudes relacionadas con la escalada del conflicto regional", abarcando desde soporte para evacuaciones en Irak e Israel hasta inteligencia sobre la atmosfera en el terreno. Phil Miles, de Kroll, advierte que potenciales objetivos en Oriente Próximo, incluyendo infraestructuras energéticas y bases militares, podrían estar en peligro si el conflicto se intensifica.
A medida que el conflicto se intensifica, compañías como International SOS han ayudado a evacuar personal de Israel y han colaborado en evacuaciones por tierra desde Irán. Empresas como Renault han solicitado a su personal en Teherán trabajar desde casa mientras monitorean la situación de cerca.
La actividad también ha aumentado en el sector de comercio y logística, donde se teme que Irán intente cerrar el Estrecho de Ormuz, vital para el transporte marítimo de crudo. A pesar de estos temores, Dubai Port World (DP World) ha asegurado que sus operaciones continúan con normalidad y que están preparando estrategias alternativas en caso de un posible cierre del estrecho.
Mientras las empresas de la región consideran sus estrategias de comunicación en caso de una escalada severa, la adaptación y preparación se han convertido en prioridades, reflejando una dinámica de inestabilidad a las que muchas organizaciones se han enfrentado en los últimos años.