Desde hace un año dos emprendedores malagueños exportan un lujoso producto del sector de los espumosos a los mercados más exclusivos de Oriente Medio. Un champán sin alcohol con partículas de oro comestible de 24 quilates y certificación Halal ya está presente en los más selectos eventos que acontecen en Emiratos Árabes Unidos; un país que demanda artículos de lujo con características innovadoras.
Tras estudiar las posibilidades de este mercado, Gustavo y Jorge Keim Haass, que con apellidos alemanes son malagueños de pura cepa, crearon Lux5Fold, una empresa familiar que entre 2016 y 2018 comenzó a desarrollar este proyecto; el de un producto que no existía hasta la aparición de su espumoso. En junio de 2019 salía al mercado el champán Lux5Fold en tres presentaciones diferentes; las correspondientes a las opciones: Platinum, Goldium y Argentum que añaden: té negro, alga Kombu y acerola en el caso de la primera, cúrcuma, ginseng y bayas Goyi en la segunda, y jalea real, té verde y chía en la tercera.
El champán está elaborado con uvas Chardonnay y Pinot Noir que le confieren un sabor afrutado y un paladar similar al de los espumosos con alcohol. Una bodega de Ciudad Real manufactura y envasa este champán que, una vez listo viaja a la capital malagueña desde donde se está distribuyendo.
La producción anual de esta bebida de lujo es de 9.000 botellas, 3.000 de cada una de sus presentaciones, lo que le imprime una mayor exclusividad, Marbella fue el primer lugar donde se consumió este champán. En 2021 presentaron el producto en la Gulfood de Dubai, la mayor feria en Oriente Medio dedicada a la industria de la alimentación y hostelería y en 2021 Lux5Fold comenzó a ofrecerse en los más destacados hoteles y restaurantes emiratíes; una repercusión que también se hizo patente en algunos de los palacios reales no solo de Emiratos también en Arabia Saudita.
Según informó el portal malagahoy.es, la bebida sin alcohol con partículas de oro comestible, certificación Halal y componentes con cualidades beneficiosas para la salud ya es de por sí exclusiva y los detalles de su presentación no se quedan atrás. Envasado en una estilizada botella, el collarín, el muselete (el alambre que aguanta el tapón) y sus etiquetas fabricadas una a una de forma artesanal por un orfebre, también están bañadas con oro de 24 quilates.
Un producto de alta gama único en el mercado que, centrado en clientes con un alto poder adquisitivo ya se conoció el precio con el que saldrá a la venta en Estados Unidos de 250, 300 y 350 dólares por botella en sus tres presentaciones.
