Los precios del petróleo subieron alrededor de un dos por ciento en operaciones volátiles este viernes, pero aun así registraron una caída semanal debido a que los inversionistas estaban preocupados por una posible caída de la demanda impulsada por la recesión, incluso cuando los suministros mundiales de combustible continúan escasos.
El Brent, el índice de referencia mundial, subió 2,37 dólares, o un 2,3 por ciento, para situarse en los 107,02 dólares el barril. El West Texas Intermediate, el indicador que rastrea el crudo estadounidense, ganó 2,06 dólares, o un dos por ciento, para llegar a 104,79 dólares el barril. Ambos puntos de referencia cotizaron en territorio negativo y luego se recuperaron de los mínimos de la sesión.
El Brent registró una caída semanal de alrededor del 4,1 por ciento y el WTI una pérdida del 3,4 por ciento, luego de la primera caída mensual desde noviembre.
"La razón principal de la actual presión de venta sobre los precios del petróleo es que los comerciantes están preocupados por la posible amenaza de que se produzca una recesión y que tenga una influencia negativa en los precios", dijo Naeem Aslam, analista jefe de mercado de Avatrade, con sede en Londres.
Los bancos centrales de todo el mundo están elevando las tasas de interés para controlar la inflación, lo que genera temores de que el aumento de los costes de los préstamos podría parar el crecimiento, mientras que las pruebas masivas de Covid-19 en Shanghái esta semana generaron preocupaciones sobre posibles bloqueos que también podrían afectar la demanda de petróleo.
Las preocupaciones por la recesión están aumentando en todo el mundo en medio de las crecientes presiones inflacionarias, el posterior endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales y el impacto persistente de la crisis sanitaria mundial.
Las compañías de energía de Estados Unidos sumaron esta semana dos plataformas petroleras, lo que elevó el total a 597, la cifra más alta desde marzo de 2020, señaló el proveedor de servicios de energía con sede en Texas, Baker Hughes.
Los precios del petróleo se dispararon durante la primera mitad de 2022. El Brent se acercó al máximo histórico de 147 dólares después de que Rusia lanzara una invasión en Ucrania en febrero, lo que aumentó las preocupaciones sobre el suministro.
