Ryanair, la aerolínea irlandesa de bajo coste, reportó un beneficio neto de 149 millones de euros en el tercer trimestre fiscal (octubre-diciembre), comparado con los 15 millones del año anterior. Este incremento se debe a un aumento del 9 % en el tráfico de pasajeros, que alcanzó los 44,9 millones, manteniendo un factor de carga del 92 %.
Durante este periodo, la compañía generó ingresos de 2.960 millones de euros, un 10% más que el mismo trimestre del año anterior. El CEO Michael O'Leary destacó que la tarifa aérea media subió un 1% y que hubo una alta demanda de billetes en las festividades navideñas.
Además, los ingresos complementarios, que incluyen servicios adicionales como comidas a bordo y equipaje, representaron cerca del 25% de la facturación total, aumentando un 10 % hasta los 1.040 millones de euros. Sin embargo, los costes operativos también subieron un 8%, alcanzando los 2.930 millones de euros.
O'Leary anticipó que Ryanair podría transportar cerca de 200 millones de pasajeros en el presente año fiscal, lo que representa un crecimiento del 9%, siempre y cuando no surjan imprevistos con los pedidos de aviones. No obstante, advirtió que el cuarto trimestre podría ser complicado debido a la falta de coincidencia con las vacaciones de Semana Santa.
La aerolínea espera alcanzar ganancias entre 1.550 y 1.610 millones de euros para el ejercicio completo, cifra inferior a las previsiones anteriores. El éxito de este pronóstico depende de evitar acontecimientos desfavorables, incluidos conflictos internacionales y retrasos en entregas de Boeing.