Estas medidas se enmarcan dentro de un esfuerzo por proteger la economía estadounidense y han desatado preocupación en la región.
Libia, un país sumido en un conflicto armado desde 2011 y gran productor de petróleo, también se ve afectada con un arancel del 31%.
Otros países de la región, como Argelia y Túnez, recibirán gravámenes del 30% y 28%, respectivamente.
Aunque Israel es considerado un socio clave de EE.UU., sus productos enfrentarán un arancel del 17%.
La mayoría del resto de países de la región deberán pagar aranceles del 10%, entre ellos Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Omán, Baréin, Qatar, Egipto, Turquía, Marruecos y Sudán.
Los bienes de Irán, país al que Estados Unidos impone sanciones desde hace años, también serán gravados con unos aranceles del 10%.
Este nuevo esquema arancelario incluye un mínimo del 10% que iniciará su aplicación el 5 de abril, mientras que los aranceles adicionales comenzarán el 9 de abril.
Trump justificó estas medidas al afirmar que son necesarias para salvaguardar la economía y seguridad nacional de Estados Unidos, declarando una "emergencia nacional" ante lo que considera barreras comerciales injustas.
La decisión ha sido calificada por él como un "Día de la Liberación" económica para la nación.