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domingo. 21.09.2025

Cuando Míchel Salgado camina entre los rascacielos de cristal y acero de Dubai, pocos recuerdan al lateral derecho que en los años noventa corría la banda del Real Madrid con la camiseta blanca empapada de sudor. Pero para el exfutbolista gallego, el retiro no fue un punto final, sino el arranque de una segunda vida: la del empresario, mentor y embajador cultural en Oriente Medio.

Nacido en As Neves, una pequeña localidad de Pontevedra, Salgado se crió en una Galicia que miraba de reojo al Atlántico, siempre con la idea de emigrar en el ADN. Tras ganar títulos en España y convertirse en internacional con la selección, su historia podría haberse detenido en la nostalgia de los viejos tiempos. Sin embargo, eligió otro camino: reinventarse. Y eligió Dubai.

Una viguesa recuerda

Yo, que crecí en Vigo, recuerdo haber disfrutado de muchos partidos de aquel Celta en el que Míchel Salgado dio sus primeros pasos en la élite. Por eso, ver cómo un gallego de nuestra tierra ha encontrado en Dubai un escenario para continuar su historia añade un matiz cercano y simbólico: desde la grada de Balaídos hasta los desiertos del Golfo, hay una línea invisible que conecta identidades.

Presentación en Dubai de la Spanish Soccer School de Míchel Salgado en septiembre del año 2013. (Celia HK)
Presentación en Dubai de la Spanish Soccer Schools de Míchel Salgado en septiembre del año 2013. (Celia HK)

Una apuesta contra corriente

En 2013, cuando la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera aún pesaban en España, Salgado aterrizó en los Emiratos Árabes Unidos. Dubai ya se perfilaba como una metrópoli futurista que atraía a millonarios, ejecutivos y soñadores de todo el planeta. Allí fundó la Spanish Soccer Schools, una academia de fútbol con sede en Dubai Sports City, que se convirtió en un puente entre el rigor de la cantera española y la ambición deportiva de un país emergente.

“Dubái es un laboratorio de futuro”, explicó en una entrevista local. “Aquí todo es posible si tienes disciplina y visión a largo plazo”.

Más tarde, en 2020, amplió su apuesta con el Fursan Hispania FC, un club con el que consolidó su rol como formador de nuevas generaciones.

El desafío de la pandemia

El proyecto no estuvo exento de turbulencias. Cuando el mundo se paralizó en 2020, las academias deportivas fueron de las primeras en cerrar. Para Salgado, significó un golpe financiero y deportivo. “Tuvimos que sobrevivir, adaptarnos, reconstruir”, confesó en The National, el principal diario emiratí en inglés. La reapertura de sus academias se vivió casi como un triunfo personal: la confirmación de que la resiliencia cobra sentido cuando se prueba en carne propia.

El legado familiar

Su hijo, Miguel, siguió los pasos de su padre con el balón, y en 2023 firmó contrato con el Gil Vicente FC de Portugal. El apellido Salgado continúa así vinculado al fútbol, aunque ahora en un contexto internacional que refleja la movilidad y las nuevas rutas del deporte moderno.

Míchel Salgado, con los rascacielos de Dubai como telón de fondo. (Fuente externa)
Míchel Salgado, con los rascacielos de Dubai como telón de fondo. (Fuente externa)

El símbolo de una conexión improbable

Que un gallego haya encontrado su segunda vida en Emiratos es más que una anécdota deportiva: es la metáfora de un mundo global en el que las fronteras se difuminan. De la humilde As Neves al vértigo de Sheikh Zayed Road, la biografía de Míchel Salgado une dos geografías que parecían no tener nada en común: la Galicia de emigrantes y la Dubai de oportunidades.

En esa tensión entre el recuerdo y el porvenir, entre la raíz y la reinvención, se escribe la crónica de un hombre que, una vez retirado de los estadios, descubrió que aún le quedaban muchos partidos por jugar.

De As Neves a Dubai: la segunda vida de Míchel Salgado