martes. 23.04.2024

Seif Al-Adel, ex oficial de las fuerzas especiales egipcias y miembro de alto rango de Al-Qaeda con una recompensa estadounidense de diez millones de dólares por su cabeza, es ahora el líder "indiscutible" del grupo militante, según un nuevo informe de la ONU de la organización. Al-Qaeda no ha nombrado formalmente a un sucesor de Ayman Al-Zawahiri, quien se cree que murió en un ataque con misiles de Estados Unidos en Kabul el año pasado, asestando el golpe más duro a la organización desde que su fundador, Osama bin Laden, fue asesinado en 2011.

Aunque un funcionario de inteligencia de Estados Unidos declaró en enero que la sucesión de Zawahiri seguía sin estar clara, el informe de las Naciones Unidas que evalúa los riesgos del grupo sostuvo que "en las discusiones de noviembre y diciembre, muchos Estados miembros opinaron que Seif Al-Adel ya opera como líder de facto e indiscutible del grupo”.

La muerte de Zawahiri aumentó la presión sobre el grupo para elegir un líder estratégico que pueda planificar cuidadosamente operaciones letales y dirigir una red extremista, manifestaron expertos en Al-Qaeda. A diferencia de sus predecesores asesinados que mantuvieron un alto perfil con vídeos de fuego transmitidos por todo el mundo en los que amenazaban a Estados Unidos, los expertos aseguran que Adel planeó ataques desde la sombra mientras ayudaba a convertir a Al-Qaeda en el grupo militante más mortífero del mundo.

Adel fue procesado y acusado en noviembre de 1998 por un gran jurado federal estadounidense por su papel en los atentados con bomba contra las Embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia que mataron a 224 civiles e hirieron a más de 5.000. Hay pocas fotos de él, además de tres imágenes, incluida una imagen muy seria en blanco y negro en la lista de los más buscados por e FBI.

Más allá de las operaciones en África, sus campos de entrenamiento y su vínculo con el asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl en Pakistán en 2002, según investigadores estadounidenses, poco más se sabe de Adel.

El Departamento de Estado de EEUU afirmó que Adel tiene su sede en Irán. El programa de Recompensas por la Justicia del Departamento ofrece hasta diez millones de dólares por información sobre Adel, quien dice es miembro del “consejo de liderazgo de Al-Qaeda” y encabeza el comité militar de la organización. El sitio web del programa explicó que después de los bombardeos en África, el ex teniente coronel del ejército egipcio se mudó al sureste de Irán, donde vive bajo la protección del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica del país. Adel y otros líderes de Al-Qaeda fueron puestos bajo arresto domiciliario en abril de 2003 por Irán, pero fue liberado junto a otros cuatro miembros a cambio de un diplomático iraní que fue secuestrado en Yemen.

En un mensaje publicado en Twitter el miércoles, la misión iraní ante las Naciones Unidas negó que Adel estuviera en Irán. “Vale la pena señalar que la dirección del supuesto líder de Al-Qaeda recién nombrado es incorrecta. Esta información errónea podría potencialmente obstaculizar los esfuerzos para combatir el terrorismo”.

Ali Soufan, un exagente especial del FBI que rastreó a los agentes de Al-Qaeda, escribió en una nota publicada por el Centro de Lucha contra el Terrorismo que el militante cuyo nombre de guerra significa “espada de la justicia” ha sido descrito como una figura astuta con cara de póquer. Su verdadero nombre es Mohamed Salahuddin Zeidan. El que fuera una vez jefe de guardaespaldas de Osama bin Laden y entrenador principal de militantes. Los expertos revelaron que comenzó su larga y sangrienta carrera en 1981, cuando se sospechó que estaba involucrado en el asesinato del presidente egipcio Anwar Al-Sadat durante un desfile militar en El Cairo que fue retransmitido por televisión. Se hace cargo de un Al-Qaeda que se ha vuelto altamente descentralizado desde que el grupo llevó a cabo su operación más espectacular, los ataques aéreos del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos que mataron a casi 3.000 personas.

Adel, uno de los pocos miembros de la vieja guardia de Al-Qaeda que quedan, ha estado cerca del comando central durante décadas. Tendría la tarea de brindar orientación estratégica a las franquicias remotas en Oriente Medio, África y Asia. Sin embargo, algunos cuestionan si Adel puede convertirse en un administrador efectivo de la organización después de pasar la mayor parte de su carrera como agente y entrenador en campamentos de militantes. “Muchos expertos argumentan que tuvo un papel operativo importante en el pasado, pero que no tiene madera de liderazgo”, dijo Jerome Drevon, analista senior de International Crisis Group.

 Adel estableció campos de entrenamiento para la organización en Sudán, Pakistán y Afganistán en la década de 1990. También desempeñó un papel en la emboscada de helicópteros estadounidenses en Mogadiscio, conocida como el incidente "Black Hawk Down" en 1993, en el que murieron 18 militares estadounidenses, informaron expertos en seguridad. 

El FBI identifica a Adel como uno de sus terroristas más buscados y lo acusa de conspirar para matar a ciudadanos estadounidenses, asesinar y destruir edificios. "Adel es una figura muy audaz, profesional y de sangre fría”, dijo Yoram Schweitzer, director del Programa sobre Terrorismo y Conflictos de Baja Intensidad del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv.

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