miércoles. 24.04.2024

Estados Unidos ha intensificado los ataques aéreos contra militantes del Daesh en el sur de Libia, donde una falla en la seguridad ha permitido que los extremistas que alguna vez controlaron partes del país del norte de África se reagruparan.

Un ataque estadounidense que mató a siete presuntos miembros del Estado Islámico el 29 de septiembre fue el cuarto en un mes, con un total de 43 militantes muertos, según un recuento de víctimas de las declaraciones emitidas por el Comando África del ejército estadounidense.

Las fuerzas de Khalifa Haftar se extendieron por el suroeste rico en petróleo a principios de 2019, diciendo que querían restaurar la seguridad y combatir el terrorismo. Pero la intervención desencadenó una guerra étnica mortal entre el pueblo tebu y las tribus árabes aliadas con el ejército nacional libio de Haftar. El país ha vivido un conflicto casi constante desde una revuelta respaldada por la OTAN en 2011 que derrocó a Muammar Gadafi, permitiendo que prosperaran extremistas y traficantes.

“La gran cantidad de víctimas sugiere que el Daesh definitivamente se ha beneficiado de la situación contemporánea para reclutar y construir alianzas de manera significativa. Así que esta es una medida preventiva”, dijo Emad Badi, experto en Libia y miembro no residente del Instituto del Medio Oriente. Africom dijo que dirigió los bombardeos en coordinación con el Gobierno con sede en Trípoli.

No ha revelado la identidad de los asesinados y no queda claro si el liderazgo del grupo en el país, que incluye a un militante iraquí conocido como Abu Muath al-Iraqi y veteranos comandantes libios, fueron atacados o asesinados.

Los miembros del Daesh en el país perteneciente a la OPEP ascienden a cientos desde que una coalición de milicias respaldadas por EEUU los expulsó de la ciudad costera de Sirte a fines de 2016. Se han reagrupado en refugios del desierto y la montaña, lanzando varios ataques espectaculares, entre ellos un asalto en 2018 a la sede de la Corporación Nacional de Petróleo en Trípoli.

La preocupación surgió en Libia cuando una ofensiva de Haftar para capturar la capital en abril que se convirtió en un prolongado conflicto de guerra por la intervención extranjera en ambos lados, permitiría la expansión del espacio del Daesh.

El conflicto entre los grupos del sur que están aliados con Haftar o sus rivales en el Gobierno de Trípoli respaldado por la ONU ha cobrado la vida de más de 100 personas y ha desplazado a miles de la ciudad sureña de Murzuq, donde un ataque aéreo atribuido a las fuerzas de Haftar en agosto mató a más de 40 personas

Pero los extremistas no han podido aprovechar el conflicto para hacerse cargo de los centros urbanos o imponer su influencia en las zonas pobladas.

EEUU intensifica sus ataques contra Daesh en Libia
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