Filipinas ha prohibido temporalmente que médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud se vayan a trabajar al extranjero en medio del brote de coronavirus, una medida que molestó a su principal diplomático que se comprometió a luchar contra la prohibición.
La Administración de Empleo de Filipinas en el Extranjero emitió una resolución el 2 de abril deteniendo la salida de los trabajadores en 14 profesiones médicas por el estado de emergencia de la nación.
"La prohibición debería haberse anunciado hace semanas en lugar de sorprender a los trabajadores filipinos", señaló el ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Locsin, en su cuenta oficial de Twitter.
"Las enfermeras que regresaban a sus puestos en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido fueron detenidas recientemente en el aeropuerto de Manila", escribió en un tuit.
"La controversia no ha terminado. Lucharemos contra la prohibición en el gabinete”, agregó Locsin en Twitter. "Nunca renunciaremos a nuestro derecho constitucional a viajar y nuestro derecho contractual a trabajar donde sea necesario".
Filipinas, que envía a miles de médicos a trabajar en el extranjero, busca reforzar un sistema de salud abrumado por la pandemia. Hasta este viernes se contabilizaron en el país asiático 4.195 casos de coronavirus con 221 fallecidos, que incluyen al menos una docena de trabajadores de la salud, informó la agencia de noticias Bloomberg.
En interés de la seguridad nacional o la seguridad pública, el Gobierno filipino puede reducir los viajes, de acuerdo con su Constitución.
La isla asiática solo tiene seis médicos por cada 10.000 personas, según la Organización Mundial de la Salud , entre los más bajos de la región ya que la proporción de Singapur es casi de 23 y Malasia es de 15,36.
Según los últimos datos disponibles, más de 30.000 médicos, enfermeras, técnicos médicos y otros trabajadores de la salud abandonaron Filipinas solo en 2010.
