Amnistía Internacional (AI) pidió este viernes que los rebeldes hutíes chiíes de Yemen pongan en libertad a cuatro periodistas yemeníes detenidos desde hace siete años y condenados a muerte en "un juicio manifiestamente injusto", según un comunicado de la organización.
Los periodistas son Akram al Walidi, Abdelkhaleq Amran, Hareth Hamid y Tawfiq al Mansouri, todos detenidos en 2015 y sometidos durante los primeros "cuatro años, sin cargos ni juicio, a una serie de abusos contra los derechos humanos, incluida desaparición forzada, incomunicación y aislamiento, palizas y denegación de acceso a la atención médica", afirmó la nota.
"El Tribunal Penal Especializado de Saná los condenó a muerte en abril de 2020 tras un juicio injusto, un veredicto que los acusados han estado apelando desde entonces", añadió.
Según AI, que cita a abogados y familiares de los detenidos, en octubre de 2020 los cuatro periodistas fueron trasladados al Campamento de Seguridad Central de Saná, esperando ser liberados como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros.
"A pesar de una orden del Fiscal General, de fecha 30 de octubre de 2020, de ponerlos en libertad, se los mantuvo detenidos", sin que se les permitan visitas de familias o comunicarse con sus abogados, y sometidos a "un trato cruel, sin acceso a una atención médica adecuada", subrayó AI.
Asimismo, señaló que "Tawfiq al Mansouri se encuentra en estado crítico de salud por sufrir de una afección de la próstata, así como de enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardíacas y diabetes".
La directora adjunta de AI para Oriente Medio y África del Norte, Lynn Maalouf, exigió en el comunicado que "las autoridades de facto hutíes anulen esa sentencia de muerte y liberen de inmediato a los periodistas". "Este fue un juicio falso desde el principio y ha tenido un costo terrible para los hombres y sus familias. En espera de su excarcelación, los periodistas deben recibir atención médica urgente", afirmó Maalouf.
Los insurgentes hutíes, respaldados por Irán, controlan Saná y otras ciudades del norte y el noroeste de Yemen desde que se alzaron en armas en 2014 contra el Gobierno yemení reconocido internacionalmente.
Varias organizaciones pro derechos humanos, incluida AI, acusan a todos los grupos beligerantes en el Yemen de haber cometido violaciones contra opositores políticos, activistas o seguidores de diferentes religiones o tribus.
"Los hutíes también deben liberar de inmediato a todas las personas detenidas actualmente simplemente para ajustar cuentas políticas o ejercer control, incluidos periodistas, defensores de los derechos humanos, opositores políticos, miembros de minorías religiosas", concluyó la nota.
