El rey de Jordania ha hecho pública su desavenencia con su medio hermano y ex heredero al trono, al formalizar su arresto domiciliario y calificarlo de “errático” en una carta redactada con una dureza inusual.
El rey Abdalá II manifestó en la carta publicada el jueves que aprobó medidas para detener al príncipe Hamzah en su palacio y limitar sus comunicaciones y movimientos debido a su “conducta y aspiraciones erráticas”.
“Proveeremos a Hamzah de todo lo que necesite para llevar una vida cómoda, pero no tendrá el espacio del que abusó para ofender a la nación, sus instituciones y su familia, ni para socavar la estabilidad de Jordania”, escribió el monarca.
El rey Abdalá había tratado de mantener oculta la desavenencia, en parte para proteger la imagen de la familia real Hachemita. La condena de su hermano en términos tan duros es una medida que conlleva riesgos. Hamzah ha adquirido mucha popularidad, sobre todo entre las tribus jordanas, que tradicionalmente son un baluarte de la monarquía.
El anuncio fue el capítulo más reciente en un enfrentamiento de palacio en el que el príncipe fue sometido a una forma de detención y las disputas internas de la familia real se hicieron públicas en un grado sin precedentes.
En la misiva el rey dijo que no permitiría que nadie “ponga sus intereses por encima de los intereses de la nación, y no permitiré que ni siquiera mi hermano perturbe la paz de nuestra orgullosa nación”.
Las autoridades de Jordania anunciaron en abril del año pasado que habían frustrado un intento de desestabilizar el país. Dos exfuncionarios fueron condenados a 15 años de cárcel en julio después de que fueran declarados culpables de conspirar para derrocar al rey a favor del príncipe Hamzah.
Abdalá y Hamzah son hijos del rey Hussein, que gobernó Jordania durante casi medio siglo hasta su muerte en 1999. Abdalá había designado a Hamzah príncipe heredero, pero lo despojó de ese título en 2004.
El monarca ya lo sometió a arresto domiciliario en abril de 2021 por una presunta conspiración para desestabilizar el reino, que es un firme aliado de Occidente. Abdalá acusó a su hermano de sedición, pero dijo que el asunto se resolvería dentro de la familia y que Hamzah permanecería en el palacio bajo la protección del rey.
