viernes. 19.04.2024

Entre los granos de arena y los soplos abrasadores del cercano verano, un sorbo de agua fue lo más necesitado por Faleh Al-Ajmi y su hijo de siete años Suwaid, que fueron empujados por el destino al desierto y terminaron muriendo de sed en el Valle de Ajman en el área de Al-Bar en Arabia Saudita.

La historia comenzó con el padre y su hijo acudieron el sábado pasado hacia los pastos de ovejas en un sitio desértico, a 25 km de la zona de Mughati, en la gobernación de Nairiya. Desafortunadamente, el vehículo en el que viajaban quedó atascado en la arena. El padre, tras perder la cobertura de su móvil, se dirigió a pie a buscar ayuda, pero el cansancio, la sed y el calor del sol lo abrumaron por el camino y cayó muerto.

Mientras tanto, el hijo esperaba el regreso de su padre, pero la sed y el calor del sol también le afectaron y respiró por última vez no lejos de su padre. La temperatura en la ciudad de Mleeja ese día era de unos 46 grados centígrados.

En una entrevista con Al Arabiya.net, un hijo del difunto manifestó que su padre estaba visitando a su familia en Arabia Saudita, tiene una casa allí, así como de algo de ganado, y "desafortunadamente se llevó a mi hermano pequeño con él en su último viaje, su vehículo se quedó atascado en la arena, y ese fue el final”.

“Mi padre me llamó en la madrugada, y me dijo que su coche se enterró, luego se cortó la comunicación y fue la última vez que hablé con él. El vehículo fue encontrado a las 16.00 horas del mismo día. Después de la puesta del sol, se encontraron los cuerpos, mi padre falleció cuatro horas antes que mi hermano menor", concluyó.

La tragedia de un kuwaití y su hijo muertos de sed en el desierto de Arabia Saudita
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