Larijani, nombrado recientemente tras la guerra de 12 días con Israel, fue recibido en Bagdad por su homólogo iraquí, Qasim al Arayi, para discutir sobre cooperación y coordinación bilateral.
Aunque los detalles de las conversaciones no fueron divulgados, Larijani anticipó la firma de un "importante acuerdo" de seguridad con Irak, enfatizando que las relaciones de Irán con sus vecinos priorizan tanto la seguridad nacional como la de los países árabes.
El acuerdo busca facilitar la colaboración en la lucha contra amenazas comunes.
En su posterior visita al Líbano, Larijani tiene previsto dialogar con funcionarios sobre diversos temas, incluyendo la unidad nacional y la situación de seguridad en el país.
La visita se produce en un contexto de creciente inestabilidad en la región, donde las influencias de grupos como Hizbulá y milicias chiíes iraquíes están bajo escrutinio por parte de los gobiernos locales.