El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue recibido este viernes con abucheos y una fuerte pitada antes de su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
La protesta se hizo evidente cuando más de un centenar de delegados de distintos países abandonaron la sala, en clara oposición a las políticas israelíes.
A pesar de que la delegación de Estados Unidos, un aliado clave de Tel Aviv, permaneció, otros sectores expresaron su desacuerdo con aplausos.
Más de 100 diplomáticos de más de 50 naciones se retiraron al momento de la llegada de Netanyahu.
Mientras se desarrollaba una marcha en Nueva York contra su presencia, el líder israelí tomó la palabra en la casi vacía sala de la ONU, algo que Mahmmud Abbas, el presidente palestino, no pudo lograr debido al veto estadounidense.
Durante su intervención, Netanyahu afirmó haber ordenado la transmisión de su discurso en la Franja de Gaza, dirigiéndose a los rehenes y a los gazatíes mediante altavoces y teléfonos móviles.
Además, lució un pin con un código QR que dirigía a una página web conmemorativa de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023.