jueves. 02.05.2024

El secretario británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, inició este viernes en Arabia Saudita una gira por el golfo Arábigo centrada en discutir posibles soluciones políticas con los países implicados en la crisis con Qatar.

Johnson visitará también Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar y Kuwait en un intento de remediar la disputa surgida cuando tres de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Doha, informó el canal saudita Al-Arabiya.

El periplo por Medio Oriente le permitirá reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de esos estados para 'urgir a todas las partes a seguir los esfuerzos mediadores de Kuwait, los cuales Londres respalda fuertemente'.

De acuerdo con la fuente, la oficina de Johnson también destacó que instará a las naciones del área a 'trabajar en función de poner freno a la escalada y promover la unidad del Golfo por el bien de la estabilidad regional'.

Igualmente, discutirá otros temas bilaterales y de seguridad con particular atención a promover acciones conjuntas para enfrentar amenazas comunes de extremismo, radicalización y terrorismo.

Arabia Saudita, EAU, Bahrein y Egipto cortaron nexos con Qatar el 5 de junio tras acusarle de promover y apoyar al terrorismo, y le impusieron un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo, además de boicotear la actividad comercial de su todavía socio en el CCG.

La llegada del titular británico se produjo el mismo día en que los cuatro estados árabes emitieron un comunicado que culpa a Doha de 'intransigencia' por rechazar 13 demandas que el emirato consideró un ultimátum para someterlo a la voluntad del reino saudita.

Según dicha declaración conjunta, la negativa qatarí a aceptar esas exigencias "refleja el grado en que (ese gobierno) está vinculado al terrorismo y su continuado intento de sabotear, socavar la unidad y estabilidad en el Golfo y en la región". Además, según Riad, Abu Dhabi, Manama y El Cairo, prueba el interés de Doha de 'perjudicar deliberadamente los intereses de los pueblos de la región, incluido el fraternal pueblo de Qatar'.

Los cuatro países también acusaron a su ahora enemigo de 'frustrar todos los esfuerzos y buenos oficios diplomáticos para resolver la crisis, un hecho que confirma su intransigencia y rechazo a cualquier arreglo, reflejando su intención de continuar su política destinada a desestabilizar la región'.

De hecho, el ministro emiratí de Estado para Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, afirmó este jueves que "la actuación de Qatar como una víctima no oscurecerá su apoyo al terrorismo", y recordó a Doha que '"a solución de la crisis no está en Nueva York o Washington, sino en Riad". En su página en Twitter, Gargash también señaló ayer que la negación por Qatar de los daños causados por sus políticas a los países árabes era 'extraña' porque -dijo- hay 'conspiraciones que fueron tejidas, cintas que fueron difundidas y la sangre que fue derramada no puede ser ignorada'. El ministro emiratí calificó de 'confusos' los mensajes diplomáticos de ese país.

El canciller británico discute en el Golfo la crisis con Qatar
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