Cinco miembros de las fuerzas de seguridad egipcias han muerto este viernes en el ataque a un puesto de control en la zona del Gran Cairo.
Según confirmó el Ministerio del Interior, varios hombres armados asaltaron el puesto de control, situado en el área de Badrashin, en Giza.
De momento, nadie se ha atribuido la responsabilidad del atentado.
Los insurgentes han llevado a cabo varios ataques en Egipto desde junio de 2013, cuando los militares retiraron al entonces presidente Mohamed Morsi de la Hermandad Musulmana tras protestas masivas contra su gobierno. La violencia se ha concentrado en la península del norte del Sinaí, pero también ha habido varios ataques en el continente, incluso en la capital.
El grupo sombrío Hasam, que se cree afiliado a la Hermandad Musulmana, ha reclamado la responsabilidad de ataques similares, incluyendo el asesinato de un agente de seguridad fuera de su casa en la provincia de Qalubiya, justo al norte de El Cairo, el pasado 7 de julio.
