Los últimos ataques aéreos de Israel en Yemen han provocado la muerte de nueve personas, entre ellas cuatro niños, y 174 heridos en la capital, Saná.
Este bombardeo se produce como represalia a un ataque hutí en la ciudad israelí de Eilat, que dejó a veinte heridos tras la incursión de un dron.
El portavoz del Ministerio de Sanidad de los hutíes, Anes Alasbahi, reportó vía redes sociales que el número de víctimas podría aumentar a medida que continúan las labores de rescate.
Asimismo subrayó que la mayoría de los afectados son civiles, incluyendo varias mujeres y casi 60 niños.
Israel ha defendido su ofensiva, argumentando que se dirigió a instalaciones militares y depósitos de armamento relacionados con los hutíes.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió que cualquier ataque contra su país resultará en una respuesta severa.
Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que la operación fue una reacción directa al ataque en Eilat y anunció medidas contundentes ante futuras amenazas.