El Ejército de Estados Unidos publicó un vídeo a última hora del jueves que mostraba a la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) retirando una mina sin explotar del lado de un petrolero de propiedad japonesa, mientras Washington culpaba a Irán por los ataques a embarcaciones que sacudían los mercados mundiales de petróleo.
El Comando Central del Ejército de EEUU también publicó fotografías que muestran la mina aparente, que se adhiere magnéticamente al costado de un barco, antes de ser retirada más tarde ese mismo día.
Estas imágenes a menudo son difíciles de desclasificar y su lanzamiento pareció mostrar los esfuerzos de Estados Unidos para convencer a la comunidad internacional de la culpabilidad de Irán en los ataques de este jueves contra Kokuka Courageous y el Frente Altair de propiedad noruega, informó la agencia de noticias Reuters.
Teherán ha negado sin rodeos la acusación.
Los buques cisterna Front Altair y Kokuka Courageous navegaban frente a la costa de Irán cuando tuvieron que ser evacuados al incendiarse como consecuencia de un ataque de origen indeterminado.
Es el segundo incidente de este tipo en pocas semanas en esta zona estratégica y coincide con las tensiones crecientes entre Irán y Estados Unidos, que ya había señalado a Teherán de provocar los ataques similares ocurridos en mayo.
"La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques", explicó el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, a periodistas.
En apoyo a esta acusación, citó el trabajo de los servicios de "inteligencia, las armas utilizadas, el nivel de experiencia que se necesita para ejecutar la operación, los recientes ataques iraníes similares en el transporte marítimo" y el hecho de que ningún grupo aliado de Irán que opera en el área "tiene los recursos y la capacidad para actuar con tal grado de sofisticación".
El régimen de Irán negó cualquier participación en los ataques del mes pasado y su ministro de Exteriores señaló este jueves que es sospechoso el momento en que ocurrieron los incidentes, cuando el primer ministro japonés Shinzo Abe se encontraba en una reunión con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, en Teherán.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió a puerta cerrada con carácter de urgencia. El embajador estadounidense, Jonathan Cohen, reiteró que todos los elementos parecían señalar a Irán, según los diplomáticos.
"Le pedí al Consejo de Seguridad que se mantenga al tanto del asunto y espero que tengamos más conversaciones al respecto", declaró el diplomático. "Si no reaccionamos, es posible que haya más ataques".
"Irán rechaza categóricamente las acusaciones infundadas de Estados Unidos y las condena firmemente", replicó la misión iraní ante la ONU en un comunicado de este jueves por la noche.
