El Gobierno de España ha condenado este martes los "repetidos ataques" ejecutados por los hutíes contra territorio de Arabia Saudita y ha indicado que "ponen en riesgo la vida de civiles" y "amenazan la seguridad regional". "El Gobierno de España condena los repetidos ataques, reivindicados por la milicia hutí de Yemen, que han sufrido recientemente varios centros de población en Arabia Saudita", ha señalado el Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación español a través de un comunicado.
Así, ha resaltado que estos ataques "violan la soberanía de Arabia Saudita" y ha pedido "el estricto respeto del Derecho Humanitario", así como "un alto el fuego inmediato", ante el recrudecimiento del conflicto, principalmente en la provincia de Marib, y el aumento de los ataques de los hutíes contra territorio saudí. El Ministerio ha resaltado que esta medida podría permitir "que las partes en el conflicto en Yemen acuerden bajo los auspicios de la ONU una solución política que ponga fin a unos enfrentamientos que han causado numerosas víctimas y una grave crisis humanitaria".
El domingo, un dron lanzado por los rebeldes atacó la instalación petrolera de Ras Tanura y posteriormente los hutíes lanzaron un misil balístico contra un barrio donde viven miles de empleados de la petrolera Aramco, según Arabia Saudí, que ha señalado que los ataques no produjeron daños materiales ni personales.
La Coalición internacional que encabeza Arabia Saudí ha asegurado haber interceptado durante los últimos días numerosos drones cargados con explosivos y misiles balísticos lanzados contra varias localidades del país, incluida la capital, Riad.
Por su parte, los hutíes se han atribuido la autoría de estos ataques y han asegurado que seguirán llevándolos a cabo hasta que la coalición ponga fin al bloqueo impuesto a Yemen y a los bombardeos contra sus posiciones en el país.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Riad, y a los hutíes, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan ayuda.
