En medio de la agitación política y social que sacude Nepal, Entre 40 y 45 turistas españoles se encuentran actualmente en el país, principalmente en Katmandú, donde permanecen a salvo en sus hoteles, según informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores a EFE. La situación en Nepal ha tomado un giro crítico tras 48 horas de disturbios que resultaron en la caída del gobierno y dejaron al menos 31 muertos, además de más de 15.000 reclusos fugados de diversas prisiones.
Las protestas, que comenzaron con demandas de cambio político, se han intensificado en el valle de Katmandú, llevando a las autoridades a imponer un toque de queda nacional el pasado jueves. Este toque de queda ha permitido una pausa en la violencia y ha dado paso a complejas negociaciones políticas para la formación de un gobierno interino. Durante la jornada del jueves, no se reportaron incidentes violentos significativos, lo que sugiere un leve alivio en la tensa situación.
El impacto de estas revueltas también ha afectado gravemente al sistema penitenciario del país. Informes indican que más de 15.000 presos escaparon de 25 instituciones carcelarias durante los asaltos ocurridos el martes. El incidente más trágico se registró en el centro juvenil de Banke, donde cinco reclusos perdieron la vida a causa de disparos realizados por la policía.
En este contexto, el presidente de Nepal, Ram Chandra Paudel, ha expresado su compromiso de buscar una solución constitucional a la crisis. “Estoy haciendo todo esfuerzo para encontrar una salida dentro del marco constitucional”, declaró el mandatario, mientras las negociaciones continúan entre manifestantes y representantes del gobierno y el ejército. La situación sigue siendo delicada, y la comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos en Nepal.
