miércoles. 24.04.2024

Una nueva investigación de Amnistía Internacional pone de manifiesto cómo una empresa de ingeniería implicada en la construcción de infraestructura para la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 se aprovechó del tristemente famoso sistema de patrocinio qatarí para explotar a decenas de trabajadores migrantes. La empresa, Mercury MENA, no pagó miles de dólares en salarios y prestaciones laborales a sus trabajadores, dejándolos atrapados y sin un céntimo en Qatar.

La organización pide al gobierno de Qatar que garantice a los ex empleados de Mercury MENA la recepción del dinero que ganaron, así como la reforma fundamental del sistema de patrocinio (“kafala”), que ha permitido a numerosas empresas explotar a trabajadores migrantes, como viene documentando Amnistía Internacional y otras organizaciones desde 2013.

“En 2017, el gobierno qatarí fue aplaudido al anunciar un programa de reformas laborales. Pero en el momento de la firma de este acuerdo, decenas de trabajadores de Mercury MENA estaban atrapados en alojamientos precarios, sin cobrar, preguntándose cómo iban a pagar la siguiente comida y si alguna vez podrían volver a casa con su familia”, ha dicho Steve Cockburn, director de Asuntos Globales de Amnistía Internacional.

“Muchos trabajadores de Mercury MENA habían hecho grandes sacrificios y solicitado créditos ruinosos para poder aceptar un puesto de trabajo en Qatar, y terminaron trabajando sin cobrar durante muchos meses, defraudados por un sistema que no los protegía. Qatar puede contribuir a que estos trabajadores migrantes rehagan sus vidas, y demostrar que se propone seriamente mejorar los derechos laborales, garantizando que cobran todo lo que se les debe.”

Entre octubre de 2017 y abril de 2018, Amnistía Internacional entrevistó a 78 ex trabajadores de Mercury MENA procedentes de Filipinas, India y Nepal a los que la empresa debe grandes sumas de dinero. En Nepal, donde más de un tercio de la población vive con menos de dos dólares al día, Amnistía Internacional entrevistó a 34 personas, a quienes la empresa debe 2.035 dólares por término medio.

Mercury MENA, anteriormente llamada Mercury Middle East, tuvo un papel importante en la construcción de un estadio modelo que fue fundamental para la presentación ganadora de Qatar ante la FIFA en diciembre de 2010. Desde entonces, migrantes contratados por la empresa trabajaron en algunos de los proyectos más prestigiosos de Qatar, incluida la “ciudad del futuro” de Lusail, que organizará las ceremonias de inauguración y clausura de la Copa Mundial de Fútbol. Otros trabajaron en el complejo residencial de trabajadores de Barwa al Baraha, irónicamente promocionado por Qatar como muestra de la mejora de las condiciones de los trabajadores migrantes.

Entre salarios y prestaciones, a la mayoría de los ex trabajadores de Mercury MENA entrevistados por Amnistía Internacional se les debía entre 1.370 y 2.470 dólares estadounidenses (entre 5.000 y 9.000 riales qataríes). Con arreglo al sistema de patrocinio de Qatar, las empresas están facultadas para impedir que los trabajadores cambien de trabajo o abandonen el país, limitando sus posibilidades de huir de los abusos o protestar por el trato recibido. El requisito del “permiso de salida” fue suprimido para la mayoría de los trabajadores en septiembre de 2018.

Algunos de los trabajadores nepalíes entrevistados por Amnistía Internacional habían tenido que vender tierras o sacar a sus hijos de la escuela para hacer frente a las deudas contraídas para poder emigrar a Qatar. Las autoridades nepalíes tampoco ofrecieron asistencia adecuada a sus ciudadanos en Qatar, por ejemplo en 2017, cuando trabajadores nepalíes de Mercury MENA quedaron atrapados sin comida ni dinero en un campamento de operarios después de varios meses sin cobrar sus sueldos. Las autoridades nepalíes fueron informadas de esta situación en al menos cuatro ocasiones distintas, dos por los propios trabajadores y otras dos por Amnistía Internacional, pero hicieron caso omiso de sus peticiones de ayuda para cobrar sus salarios atrasados o volver a su país. Esta situación se produjo pese a la existencia de un Fondo para el Bienestar de los Trabajadores Migrantes, dotado con 38 millones de dólares estadounidenses. Aún hoy, el gobierno nepalí no ha incluido a Mercury MENA en su lista negra, lo que significa que nada impedirá a esta empresa contratar a migrantes nepalíes en el futuro.

A pesar de la promesa de importantes reformas en 2017, y de la abolición del permiso de salida para la mayoría de los trabajadores migrantes este mismo mes, la legislación laboral de Qatar sigue sin ajustarse a las normas internacionales. Los empleadores aún pueden impedir a sus trabajadores que cambien de trabajo en Qatar, a veces durante un periodo de hasta cinco años. A los trabajadores que cambian de trabajo sin el permiso de sus empleadores se los acusa de “darse a la fuga”, delito que puede conllevar detención y expulsión del país. 

Expatriados de una empresa vinculada a Qatar llevan varios meses sin cobrar
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