Fuerzas militares de Arabia Saudita informaron este sábado que su aviación y artillería pesada aniquilaron a varios francotiradores de los rebeldes hutíes destacados en territorio de Yemen próximo a la montaña Al-Doud, en inmediaciones de la frontera común.
Helicópteros de la Real Fuerza Aérea Saudita, repelieron sobre el mediodía un ataque de milicianos del movimiento rebelde y de la Guardia Republicana, afín al expresidente Alí Abdulah Saleh, que intentaron llegar a la zona limítrofe con el reino.
En la operación murieron decenas de sublevados y la aviación de la alianza liderada por Riad destruyó, además, dos lanchas de los rebeldes chiitas que habían zarpado del puerto Mocha en Yemen rumbo a aguas internacionales, lo que el mando saudita consideró una amenaza para la navegación marítima.
Según la coalición, se verificó la información relativa a que las dos embarcaciones de vigilancia de los sublevados yemenitas estaban equipadas con radares y ametralladoras calibre 12,7 frente a la costa de Mocha, y que dispararon un misil térmico. Tras las escaramuzas, el gobierno regional de Al-Mwasim aseguró que se restableció una calma relativa desde la pasada noche.
Por otro lado, medios oficiales sauditas reportaron que los rebeldes realizaron el miércoles el funeral del general de brigada Mohammed Abdul Rahman Al-Khalid, a quien identificaron como 'uno de los líderes importantes' de los alzados. Al-Khalid, quien era comandante de la segunda brigada de la Guardia Fronteriza afiliada a la insurgencia yemenita, estaba reunido con varios dirigentes militares y de campo en el departamento de seguridad de Zaidiyyah, cuando aviones de la coalición saudita bombardearon el edificio.
Los últimos incidentes armados ocurren mientras el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, se encuentra en Saná, la capital del vecino país, discutiendo con los sublevados una iniciativa encaminada a reanudar las negociaciones con el gobierno de Abd Rabbo Mansour Hadi, según informa Prensa Latina.
En su segundo viaje a Saná en menos de una semana, Cheikh Ahmed se entrevistó con miembros del cuerpo diplomático y otras personalidades, además del mando político y militar de rebelde para explorar vías de aliviar el sufrimiento de la población civil y enfrentar la crisis económica.
"Negociar los marcos para la paz es una tremenda empresa bajo las mejores circunstancias', comentó el emisario de la ONU al acotar que 'se requiere una determinación inequívoca de las partes para llegar a un arreglo negociado que sitúe a Yemen en la senda hacia la paz, y eso es lo que pretendemos".
En varias declaraciones hechas esta semana desde esta capital, el Gobierno exiliado de Yemen reiteró su rechazo a discutir temas nacionales que define como fundamentales, relativos al futuro de la oficina presidencial y el gobierno con los golpistas.
Después de una reunión en Riad con el embajador estadounidense en Yemen, el viceprimer ministro y ministro de Servicio Civil de aquel país, Abdulaziz Jabbari, señaló que es "inaceptable conversar de las instituciones y de la presidencia, excepto a través de las urnas y la voluntad popular".
