En las últimas horas, se ha desatado una ola de indignación en Egipto tras la difusión de un impactante vídeo que muestra a un perro husky encadenado y agonizando en un pueblo de la Gobernación de Gharbia, al norte de El Cairo. La situación ha generado un clamor en redes sociales, donde muchos egipcios condenan la brutalidad del hecho.
Según testimonios locales, el perro fue agredido por residentes tras acusaciones de que había mordido a varios niños, provocándoles serias heridas. Los afectados, de entre ocho y 12 años, fueron trasladados al hospital para recibir atención médica, incluida la vacunación contra la rabia. El veterinario implicado, Hamdi Hajjaj, director de la Unidad Veterinaria de Tanta, ha sido señalado por administrar una "inyección de aire" al animal, un procedimiento considerado ilegal y que provoca la muerte por embolia aérea.
Hajjaj se defendió de las acusaciones, alegando que actuó bajo presión tras recibir una llamada de emergencia de los vecinos. “Los pobladores fueron quienes agredieron al perro, lo ataron y me pidieron que interviniera”, explicó. Sin embargo, su explicación ha hecho poco para calmar la indignación pública, que ha crecido exponencialmente en distintas plataformas, donde activistas y ciudadanos han exigido justicia.
El video, que rápidamente se volvió viral, ha puesto de relieve el tratamiento de los animales en la región y ha activado un debate sobre los derechos de los seres vivos en Egipto, un tema que continúa generando controversia y demanda de reformas en la legislación animal.