viernes. 28.11.2025

El primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi, discutió con el vicecanciller de Qatar Mohammed bin Abdullah Al Rumaihi la situación de los 26 cazadores qataríes secuestrados en el desieto iraquí, mientras los captores anunciaron este domingo las condiciones para liberarlos, de acuerdo a una información de Prensa Latina.

La oficina de Al-Abadi informó que el encuentro con el viceministro qatarí de Relaciones Exteriores tuvo lugar en esta capital el sábado, y el representante de Doha agradeció los esfuerzos de Bagdad para rescatar a los rehenes sanos y salvo, lo antes posible.

El mandatario iraquí garantizó que las agencias nacionales de seguridad trabajan para liberar a esas personas cuyo secuestro se conoció el 16 de diciembre y de inmediato el canciller qatarí, Khalid bin Mohammed Al Attiyah, conversó por teléfono con su homólogo Ibrahim al-Jaafari. De hecho, en la reunión en Bagdad estuvieron presentes el ministro iraquí del Interior, Mohamed Salem Al Ghabban, el consejero de Seguridad Nacional, Faleh al-Fayad, y otros funcionarios.

El mismo sábado, el primer ministro y ministro del Interior qatarí, jeque Abdullah bin Nasser bin Khalifa Al-Thani, habló por teléfono del tema con Al-Abadi, quien señaló que se realizan contactos para identificar y acceder a los miembros del grupo armado chiita sospechoso del delito.

Fuentes de seguridad indicaron que entre los rehenes hay también sauditas, y que el grupo que los capturó en el desierto de la provincia de Samawa exige la excarcelación por el reino wahabita del jeque Nimr Baqir Al-Nimr, un influyente clérigo opositor a Riad condenado a muerte.

La información se atribuyó al sitio digital emiratí "Erem", según el cual, entre los retenidos está el príncipe qatarí Fahd Jassem al-Thani y los raptores no declararon su filiación a ningún partido político de Irak.

Un tribunal de Arabia Saudita condenó el año pasado a la pena capital al jerarca religioso chiita por el delito de desobediencia al rey. Al-Nimr había sido arrestado en 2012 bajo acusaciones de incitación a conflictos sectarios, oponerse a la monarquía y formar una célula terrorista para matar a efectivos de seguridad en Aqqamiya, un poblado de la provincia oriental de Al-Qatif, donde se concentra la minoría chiita saudita.

El ministerio del Interior comentó que los cazadores se movieron por áreas del vasto desierto y no obedecieron las instrucciones que prohibían acceder a zonas cerradas, pero calificó el secuestro como una acción dirigida a denigrar la reputación del país y dar a entender que la región sur es insegura.

Esa acción está considerada la segunda de su tipo de mayor envergadura con extranjeros en los últimos tres meses en Irak, cuando 18 empleados de una empresa turca de construcción sufrieron igual suerte mientras trabajaban en un estadio de Bagdad. Todos fueron liberados sanos y salvo días después.

Irak y Qatar gestionan la liberación de los cazadores secuestrados