En la madrugada de este martes, Irán lanzó una serie de misiles hacia Israel, lo que generó una nueva escalada de tensiones en la región.
Este ataque ocurrió poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara un acuerdo de alto el fuego entre ambos países, una declaración que fue rápidamente desmentida por autoridades iraníes.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se registraron tres oleadas de ataques entre las 5:00 y las 6:00 de la mañana, dejando un saldo de al menos una decena de heridos.
El servicio de emergencias israelí, Magen David Adom (MDA), reportó que tres de los heridos se encuentran en condición crítica, mientras que otros sufrieron heridas de menor gravedad.
No obstante, algunos medios locales afirman que ha habido tres víctimas mortales en el incidente.
Las alarmas antiaéreas sonaron en varias localidades, incluyendo Tel Aviv y Beersheba, causando alarma entre la población.
Este ataque se produce en el contexto de un incremento de la violencia entre ambas naciones, que desde el 13 de junio han intercambiado constantes agresiones, resultando en cerca de 450 muertes en Irán y 24 en Israel.
Poco después de la declaración de Trump, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, negó la existencia de un acuerdo sobre el alto el fuego, aunque dejó abierta la posibilidad de una pausa en los ataques si Israel cesaba su "agresión ilegal".
Las tensiones aumentaron aún más tras bombardeos estadounidenses a instalaciones iraníes, lo que llevó a Irán a atacar bases militares estadounidenses en Catar e Irak.
La situación sigue siendo volátil, y las comunidades internacionales observan con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos.
