viernes. 29.03.2024

El director general de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), William Lacy Swing, ha advertido este lunes que Yemen se encuentra "al borde de una calamidad humanitaria" a causa de la hambruna y el brote de cólera.

En unas declaraciones desde la capital del país, Saná, Swing ha afirmado que "el 80 por ciento de la población, 21 millones de personas, necesitan desesperadamente ayuda humanitaria a causa de los años de conflicto armado, que frecuentemente implica enfrentamientos y bombardeos aéreos en zonas urbanas".

"Estos 21 millones de yemeníes vulnerables, junto con decenas de miles de migrantes que atraviesan el país, no saben de dónde llegará su próxima comida. La sanidad básica se ha hundido en gran parte del país y millones de personas están sin agua potable", ha lamentado, según informa la agencia de noticias española, Europa Press.

Así, el director ha recalcado que "las autoridades tienen la responsabilidad de dar más acceso a la ayuda humanitaria, incluida la reapertura del aeropuerto de Saná, en manos de los rebeldes hutíes, para la entrega de ayuda esencial", agregando que "el mundo tiene la obligación de ayudar al pueblo yemení".

"El recrudecimiento del conflicto armado está restringiendo la entrega de ayuda humanitaria, agravando la malnutrición y difundiendo enfermedades. El peor brote de cólera del mundo es parte de esta mezcla volátil y, por sorprendente que pueda parecer, se espera que un millón de yemeníes hayan contraído la enfermedad de cara a finales de año", ha dicho.

El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, cifró la semana pasada en más de 2.100 los muertos a causa del brote, añadiendo que se habían registrado cerca de 740.000 casos sospechosos hasta entonces. A la situación hay que sumar que más de tres millones de niños menores de cinco años están en riesgo de malnutrición severa, según datos de la ONU.

"El conflicto interno que ha afectado a Yemen desde hace más de dos años no muestra signos de que vaya a ser resuelto. Ha desplazado a más de tres millones de personas, poniéndoles a ellos y a sus hijos en grave riesgo", ha recalcado Swing. Asimismo, ha hecho hincapié en la "tragedia" que sufren "muchos de los 6.000 migrantes que siguen entrando al país cada mes". "Llegan esperando poder atravesar Yemen en su camino hacia los países ricos del Golfo para encontrar trabajo", ha explicado.

"Pocos se dan cuenta de los graves peligros a los que podrían hacer frente durante su camino, como la explotación y otros abusos. Muchos son secuestrados por grupos criminales a su llegada a Yemen", ha alertado.

Swing ha relatado que "una técnica habitual es llamar a la familia del migrante mientras se echa plástico ardiendo de una botella de agua vacía sobre su piel, causando quemaduras y mucho dolor. Por lo general, las familias pagan rápidamente y los migrantes siguen su viaje, habitualmente extorsionados en repetidas ocasiones por distintas bandas antes de llegar a su destino", ha dicho.

"Para los yemeníes y los migrantes, el conflicto se ha convertido en una pesadilla sin fin", ha señalado, resaltando que el conflicto "ha dejado un rastro de devastación". "Los más vulnerables son los que más sufrien", ha argüido. Por ello, ha reiterado su petición de que las partes en conflicto "hagan esfuerzos reales para lograr la paz", argumentando que "la ayuda humanitaria en sí misma no es la solución".

El conflicto entre el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, apoyado por la Coalición liderada por Arabia Saudita, y los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán y junto a los que combaten las tropas leales al expresidente Alí Abdulá Salé, estalló hace más de dos años y medio y ha causado estragos en el país más pobre del mundo árabe.

La OIM advierte de que Yemen se encuentra "al borde de una calamidad humanitaria"
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