Los presuntos terroristas de Al-Qaeda que tienen secuestrados a cinco trabajadores de la ONU están tratando de canjearlos por prisioneros detenidos por el Gobierno yemení en Adén, según un funcionario de seguridad local.
Los secuestros ocurrieron el viernes cuando los trabajadores (cuatro yemeníes y un extranjero) que viajaban en dos vehículos blindados y con una escolta militar fueron confrontados por un grupo de hombres armados en el distrito Moudia de Abyan cuando regresaban a Adén después de una visita de campo.
El lunes, un alto funcionario de seguridad le dijo al portal Arab News que los militantes habían emitido sus demandas de liberación de los trabajadores y que el gobernador de Abyan, Abu Baker Hussein Salem, había pedido a las figuras tribales locales que hablaran con ellos.
“Estos son mercenarios que se sabe que están afiliados a Al-Qaeda. Los servicios de seguridad (en Abyan) abatieron a uno de sus líderes hace seis meses”, dijo el funcionario bajo condición de anonimato. “Hay negociaciones con los terroristas. No queremos usar la fuerza para no dañar a los rehenes”, dijo, pero agregó que se iniciaría una operación militar si los captores se niegan a liberarlos.
El periódico Al-Sharae informó el domingo que dos personas que representan a los militantes explicaron que los trabajadores de la ONU serían liberados a cambio de la liberación de los prisioneros en Adén y el pago de un rescate de un millón de riales saudíes (266.000 dólares).
El gobernador de Abyan formó un comité de cuatro funcionarios, incluidos los directores de Moudia y Al-Wadhea, para hablar con ellos, según el informe.
Russell Geekie, asesor principal de comunicaciones del Coordinador Residente y Humanitario de la ONU para Yemen, confirmó los secuestros y dijo que la ONU estaba en contacto con funcionarios locales para ayudar a que los trabajadores regresaran a un lugar seguro.
Mientras tanto, el ministro de Información, Cultura y Turismo de Yemen, Muammar Al-Eryani, acusó el lunes a los hutíes respaldados por Irán de convertir instalaciones civiles en áreas bajo su control, incluido el aeropuerto de Saná, en bases militares para ensamblar y lanzar misiles.
