viernes. 19.04.2024

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, llegó el sábado a Riad para asistir a un encuentro entre funcionarios saudíes e iraquíes que apunta a mejorar las relaciones entre los dos países del Golfo Arábigo y contener la creciente influencia de Irán en la región.

El jefe de la diplomacia de Washington llegó a la base aérea Rey Salman poco más de una semana después de que el presidente Donald Trump lanzara una nueva estrategia hacia Irán al cuestionar el cumplimiento de Teherán del histórico acuerdo nuclear multilateral firmado en 2015 para frenar su programa de armas.

La única reunión oficial de Tillerson prevista para el sábado era una cena de trabajo con el ministro de Relaciones Exteriores saudí, Adel al-Jubeir. Riad es la primera escala de una visita a seis países que incluye además a Qatar, Pakistán, India y Suiza.

Sus declaraciones en Arabia Saudita -liderada por musulmanes suníes- y Qatar se espera que estén dominadas por la creciente influencia regional de Irán, bajo administración chií.

Milicias respaldadas por Irán han ayudado al Gobierno de Damasco en la guerra civil siria y jugado un papel clave en la batalla iraquí por recapturar zonas bajo el autoproclamado "califato" de Estado Islámico.

Esta semana, colaboraron con las fuerzas iraquíes en la recuperación de la provincia de Kirkuk en la región petrolera del norte de Irak, como parte de un esfuerzo por contener la secesión independentista de la minoría kurda en el país. Washington y Riad argumentan además que Irán está dando apoyo a grupos rebeldes en Yemen.

Este sábado, Tillerson asistirá a la sesión inaugural del Consejo de Coordinación Saudí-Iraquí, un organismo cuya creación fue promovida por el Gobierno de Trump para mejorar las relaciones entre Riad -principal rival de Teherán- y Bagdad, cuyo Gobierno de mayoría chií tiene lazos cercanos con Irán.

Durante su visita, Tillerson también explorará la posibilidad de renovar un intento por poner fin al boicot diplomático y económico impuesto a Qatar por parte de Arabia Saudita y otros aliados estadounidenses de la región, aunque ya adelantó que no es optimista al respecto.

El secretario de Estado de EEUU lleva a cabo una intensa gira por el Golfo Arábigo
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