Una familia belga que se mudó a Dubai con el sueño de montar su propia empresa se ha quedado sin hogar después de que un hombre árabe con sede en Sharjah le estafó los ahorros de toda la vida en un elaborado fraude de alquiler y patrocinio local, según publica Xpress.
El padre de la familia Najib Hilli de 37 años, su esposa y su hija de 8 años tienen hasta el 12 de marzo para encontrar nueva casa ya que el propietario les ha dado un aviso de desalojo.
Hilli pagó 135.000 dirhams por adelantado al árabe por la renta anual de un apartamento de dos dormitorios en Business Bay (en la foto de la noticia) y otros 135.000 más por el procesamiento de documentos de patrocinio local para la puesta en marcha de una empresa.
La lastimosa condición de la familia ahora está en marcado contraste con su extravagante estilo de vida cuando llegaron por primera vez a Dubai en diciembre de 2013 para establecer un negocio de mercadeo social.
"Durante semanas estuvimos en hoteles de cinco estrellas. Tenía planeado establecer un negocio en la Dubai Free Zone cuando un conocido me presentó a este hombre árabe adinerado, muy dulce hablando, de Sharjah, que accedió a ser mi patrocinador local", recordó Hilli.
"Tuvimos varias reuniones. De hecho, fue él quien me sugirió que me mudase a un apartamento alquilado. Él me mostró uno en Business Bay y me gustó. Pero yo no estaba dispuesto a pagar el alquiler de un año completo por adelantado, ya que quería crear mi negocio en primer lugar. Pero él me convenció de que era lo correcto, así que le di los 135.000 dirhams incluyendo el depósito de garantía y servicio de comisión y me mudé aquí en enero del año pasado. Dado que todavía estaba con la visa de turista y el contrato de arrendamiento no se podía hacer en mi nombre, él se ofreció a que se pusiese a su nombre. Pensé que estaba siendo útil. El estafador se embolsó el dinero y le dio al arrendador cuatro cheques por los 140.000 dirhams totales. Más tarde, tres de estos cheques fueron rebotados".
"Por el patrocinio de la empresa pagué otros 135.000 dirhams que nunca se llevó a cabo. Cada vez que le llamaba había alguna excusa. Mis gastos iban en aumento, como yo todavía no tenía un visado de residencia, acudíamos a Omán, cada pocas semanas, mi hija aún no iba a la escuela. Estábamos en un limbo y se convirtió en peor cuando el supuesto patrocinador dejó de contestar a mis llamadas", explicó el belga desolado.
Sin otra opción, Hilli acudió a la policía de Dubai en agosto de 2014, con su única pista, una copia del contrato de arrendamiento con el nombre y número de pasaporte del hombre árabe.
La policía le indicó que acudiera al Departamento de Tierras donde otro golpe esperaba a la familia. No había ningún registro por el contrato de arrendamiento.
Después se dirigió al tribunal de Dubai. "Estoy destrozado, pero no he perdido la esperanza. Yo podría haber vuelto a casa pero tengo fe en el sistema legal de Emiratos Árabes Unidos. Haré lo que sea necesario pero voy a luchar por la justicia", concluyó Hilli.
