jueves. 25.04.2024

(Bernardo Romero) Tarta de frutas.- En el vaso de la batidora eléctrica pondremos requesón, nata líquida y tres huevos, además de cinco o seis cucharadas soperas de azúcar. Las cantidades, las que marcan el sentido común, que estoy harto de decirlo: un bote pequeño de nata líquida, un requesón de los que venden en el supermercado, del tamaño habitual, que tendrá algo así como doscientos o trescientos gramos, vamos, digo yo. Bueno, continuamos. Hacemos hojaldre o, mucho mejor, compramos hojaldre de ese que venden congelado y en planchas. Esperamos a que se descongele, tal como avisan las instrucciones de uso, y extendemos una por un molde desmontable y de paredes no demasiado altas. A continuación vertemos la mezcla obtenida en la batidora eléctrica, que deberá estar bien fina y homogénea, y lo ponemos en el horno, a 225º y creo que durante unos treinta minutos. Pero en todo caso, vais mirando y cuando haya subido y se vea que la mezcla tiene consistencia como para aguantar después a la fruta encima.

Pues bien, media hora, cuarenta minutos o el tiempo que fuere menester, sacamos la tarta del horno y le ponemos encima la fruta, formando una composición lo más hermosa posible. A la fruta la pasaremos antes por un almíbar espesito que habremos hecho antes, mientras cuece la tarta en el horno. De este modo quedarán brillantes las frutas y apetecible la tarta. Por ejemplo, las fresas tienen un corte precioso a la mitad, dejándoles las hojitas del tallo. De las naranjas se pueden utilizar los gajos y si son muy grandes se parten en dos por el medio pero no a lo largo. El platano en la mitad, erecto, con dos medias peritas sanjuaneras debajo, queda de lo más sugerente.... En fin, aleluya, aleluya, cada cada uno con la suya, con su imaginación quiero decir. Y ya está, a disfrutarla con salud, criaturitas mías.

Tarta de frutas
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