Una pareja de Malasia ha sido condenada a la horca por el asesinato de su criada de Indonesia al dejarla morir de hambre, según informes que aseguran pesaba sólo 26 kilos cuando murió.
Este es uno de los últimos casos de abusos a la legión de inmigrantes de Indonesia que trabajan en Malasia.
El Tribunal Superior dictaminó el jueves que, Isti Komariyah de 26 años murió de inanición deliberada en junio de 2011.
El juez Noor Azian Shaari explicó que Fong Kong Meng, de 58 años y su esposa Teoh Ching Yen, de 56 años, no alimentaron consistentemente a la empleada joven durante los tres años que trabajó para ellos.
La empleada de hogar tenía 26 años y pesaba apenas 26 kg cuando fue llevada al Centro Médico de la Universidad Malaya con moretones y marcas de arañazos en la espalda, los brazos y la frente, informó el diario The Star.
Isti fue declarada muerta a su llegada al hospital.
La joven pesaba 46 kilos cuando empezó a trabajar para la pareja.
Malasia recibe unos dos millones de indonesios que trabajan legal o ilegalmente en las plantaciones, la construcción, las fábricas y en las tareas del hogar.
Las acusaciones de abuso contra los trabajadores extranjeros abarcan el exceso de trabajo, las palizas, los abusos sexuales y la tortura.
Una criada de Camboya murió de hambre en 2012 y fueron acusados sus empleadores con una condena de 24 años de cárcel.
Las mujeres pobres de Indonesia siguen llegando al país. Malasia ha tomado algunas medidas para mejorar el bienestar de los trabajadores domésticos, incluyendo al menos un día libre por semana y casi duplicando el salario mínimo mensual a 150 euros.
La embajada de Indonesia estima que 400.000 mujeres trabajan como empleadas domésticas en Malasia, alrededor de la mitad de ellas de manera ilegal. Trabajadores indonesios representan aproximadamente la mitad de todos los trabajadores extranjeros.
