Arabia Saudita ejecutó y crucificó a un hombre de Myanmar en la ciudad santa de La Meca este miércoles en una excepcional forma de castigo reservada para los crímenes más atroces.
Según publica la agencia de noticias Bloomberg, Elias Abulkalaam Jamaleddeen fue acusado de irrumpir en la casa de una mujer de Myanmar, dispararle un arma y luego acuchillarla repetidas veces, lo que provocó su muerte, informó la agencia oficial de noticias Saudi, SPA, citando una declaración del Ministerio del Interior.
También fue acusado de robar armas e intentar matar a otro hombre en cuya casa irrumpió, así como de intentar violar a una mujer.
El fallo fue apoyado por la corte suprema del país y respaldado por el Rey Salman.
Las crucifixiones en Arabia Saudita implican colgar un cuerpo en público después de una ejecución, y son inusuales.
Un hombre yemení fue crucificado en 2010 por violar y matar a una niña y asesinar a tiros a su padre.
